Dani Alves arriesga 12 años de cárcel: brasileño fue acusado de agresión sexual

Este lunes se realizó el juicio del ex lateral derecho de la selección brasileña en Barcelona.

Dani Alves enfrentó a la justicia este lunes en Barcelona, Twitter
Dani Alves enfrentó a la justicia este lunes en Barcelona / FUENTE: Twitter

Dani Alves fue uno de los jugadores más destacados de las selección de Brasil en las últimas dos décadas, consagrándose con el Scratch como campeón de las Copa Confederaciones, Copa América y Juegos Olímpiocos.

Los mejores años del lateral derecho de 40 años los vivió en el Barcelona, equipo donde brilló junto a Lionel Messi, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, por nombrar a algunos.

Y fue precisamente en su paso por la ciudad española, donde Dani Alves habría agredido sexualmente a una mujer, en una situación que lo tiene hoy a un paso de la cárcel.

Dani Alves
Emotiva carta de Dani Alves a su esposa desde la cárcel: "Lucharé por demostrar mi inocencia"

Luego de que se confirmara que Dani Alves estará tras las rejas hasta el juicio, se filtró una sentida carta del jugador a su esposa.

Este lunes se realizó el juicio del ex futbolista del PSG, y en esa instancia, la Fiscalía solicitó 9 años de prisión, además de 10 años de libertad vigilada y una indemnización a la víctima de 150 mil euros. Por su parte el abogado de la víctima, espera que sean 12 años los que el deportista pase tras las rejas.

"Actitud babosa"

"En el momento que le saludé, para darle un beso me agarró la cara, y para darle el segundo beso no pude porque me estaba agarrando mucho, con una actitud babosa. Tenía la mano por la espalda y la bajó, casi me toca el culo", dijo la mujer presuntamente agredida por Alves, la noche del 31 de diciembre de 2022 en Barcelona.

Por su parte la amiga de la denunciante también indicó como ella y su prima la alentaron a presentar una denuncia: "Le dijimos que tenía que denunciar esto. Ella solo decía ‘Se van a pensar que esto lo hago por dinero‘. Yo intentaba calmarla en todo momento porque ella se quería ir a casa. ‘No me van a creer’, repetía".