Salió duro para el concurso el "Tigre": DT insiste con Diego Valdés y Alexis quedó descartado para Ecuador
A la Selección le llueve sobre mojado, y el DT Ricardo Gareca se inclinó por la figura del criticado volante del América de México.
Esta es una historia inspiradora, que mezcla deporte, sonambulismo y que prueba que los milagros sí existen. Su protagonista es el clavadista cubano Luis Gustavo Cañabate, quien tras quedar sexto en Santiago 2023 confesó un hecho del que todavía no se explica cómo salvó con vida.
El hecho sucedió en noviembre del año pasado, mientras el deportista estaba en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento, en La Habana.
"Estaba dormido, soñando que brincaba del trampolín, caminé hasta la ventana y salté desde el tercer piso. Parece que caí de cabeza porque me quebré la mandíbula, un brazo y la pelvis. Perdí tres litros de sangre", detalla.
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Centro Acuático
El clavadista recuerda que despertó cuatro días después "y le pregunté a mi mamá en qué lugar habíamos quedado en la competencia de clavados".
Su recuperación fue un milagro. Tras pasar por hospitales, salas de terapia y neurólogos que atendieron su sonambulismo, cubano volvió a entrenar y saltar nuevamente, esta vez en la piscina del Centro Acuático del Parque Estadio Nacional.
Cañabate fue sexto en la competencia de trampolín a un metro de Santiago 2023 y asegura que en nuestra capital "volví a recuperar la confianza".
Miedo
"Nunca tuve miedo de volver al deporte porque saltar es mi vida, mi pasión desde niño. Estoy agradecido conmigo y con todas las personas que siempre me han apoyado. Caer al agua me hizo feliz, estoy aquí, sigo vivo. Ese es mi premio", nos cuenta emocionado el deportista de 20 años, medallista de oro de los Juegos Panamericanos Junior en Cali 2021.
- ¿Y has tenido otro episodio de sonambulismo?
- No, hablo dormido y eso, pero nada comparado con esa tremenda locura.
- Se te ve contento...
- Sí, todo bien, bien, bien. El edificio está muy bien, me ha gustado mucho y todas las personas chilenas son súper amables, súper buenas. La comida también, muy variada, muy rica. El transporte y las oficinas son de muy buen nivel, súper.
