Desde el arranque del partido entre Universidad de Chile y Universidad Católica, los fuegos artificiales y bombas de estruendo fueron protagonistas del duelo entre azules y cruzados en Concepción.
Pero con el correr de los minutos los problemas se multiplicaron. Promediando la media hora de juego, el duelo tuvo que ser suspendido por el juez Francisco Gilabert luego que un grupo de delincuentes lanzaran bombas de estruendo y pirotecnia al campo de juego.
Bombas de estruendo desde la tribuna
Contrario a lo que se puede pensar, los fuegos artificiales salieron desde la tribuna preferencial, donde un grupo de sujetos atacó, sin medir las consecuencias, a los protagonistas del espectáculo.
Uno de los petardos explotó cerca de uno de los camarógrafos de la transmisión oficial, mientras que el cuarto juez, Diego Flores, también terminó con un trauma acústico.
Momentos de terror
"Se vivieron momentos de pavor", comentó el periodista Manuel de Tezanos, relatando lo que ocurría al borde del campo de juego.
Los graves hechos obligaron a la acción de Carabineros, que en primera instancia detuvo a uno de los delincuentes que lanzó fuegos artificiales a la cancha, quien fue apresado por los propios hinchas azules en medio de la tribuna.