• 21 DIC DE 2024

Mes del Niño: Poemario ilustrado "Latidos de mi nostalgia" releva la importancia de una infancia feliz

"Latidos de una infancia" | Cedida

El libro, de 40 páginas, bellamente ilustrado por Alexis Segovia y publicado por Ediciones Mac-Kay, es la última entrega de la conocida cuenta cuentos Paulina Jara Straussmann.

En el Mes del Niño llega el poemario ilustrado "Latidos de mi nostalgia", de 40 páginas, de la escritora y cuenta cuentos, Paulina Jara Straussmann, magistralmente ilustrado por Alexis Segovia y publicado por Ediciones Mac-Kay.

En el texto, escrito en rima libre, dirigido a adultos, niñas y niños desde los 9 años, aunque no se señala explícitamente, se releva la importancia del amor y de una infancia feliz, para que se impriman en el alma y se transformen en ese lugar al cual queremos siempre volver. Paulina Jara señala que se busca que los lectores "puedan regresar a ese lugar seguro de su infancia, un lugar que  está colmado de olores y sabores, un espacio de dicha y paz, ese lugar que todos atesoramos en nuestras almas y que soñamos para nuestros hijos".

La autora -casada y madre de una adolescente de 14 años y un niño de 11-es de Osorno, estudió Actuación en la Escuela Teatro Camino de Héctor Noguera, luego regresó al sur a estudiar Educación Diferencial en la Universidad de Los Lagos. Trabaja desde hace 9 años en el Colegio San Ignacio El Bosque como profesora de Biblioteca.

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El poemario es una "fotografía poética" de la infancia de la escritora y que también se ha ido construyendo con sus vivencias de adulta en el sur "cuando vacaciono dos meses en el verano  junto a mi familia en el campo, cerca de Osorno. Es un libro muy nostálgico, con la añoranza de volver a habitar, ahora con la madurez de la experiencia, un espacio que se ha quedado pegado en mi memoria, como una segunda vivienda del espíritu".


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Paulina Jara escribe en rima para los niños, porque "los niños pequeños -cuenta-aman y disfrutan del ritmo de la poesía y, porque mis cuentos en verso, están siempre pensados para ser narrados en voz alta. Esto debido a mi oficio de cuenta cuentos".

Dolores y tristezas

Para la escritora escribir es un ejercicio terapéutico que la ayuda a combatir sus tristezas más profundas. "Desde niña la escritura ha sido para mí un medio de expresar mis vivencias, el dolor, la tristeza y las alegrías. Incluso ahora, que soy adulta, cuando me siento abrumada, escribo un cuento en verso que sea divertido, para animarme y cambiar de estado de ánimo y muchas veces, ese cuento, logra también arrancar sonrisas y entretener a mis lectores".

Confiesa que la separación de sus padres, cuando era niña, la marcó mucho. "El sufrimiento padecido en mi infancia me ha permitido empatizar con la problemática de muchos niños y niñas que experimentan al igual que yo cuando niña una infancia difícil". De ahí la importancia de haber tenido mucho amor en esos primeros años.

La escritora trabaja con escolares desde primero a cuarto básico en el Colegio San Ignacio El Bosque y a los preescolares le hace los cuenta cuentos de Navidad, Semana Santa y otras fiestas. "Es un gran privilegio trabajar con niños, por el cariño y la alegría que ellos te regalan, además de que puedo conocer de cerca el alma infantil, sabiendo sus intereses y motivaciones".

La autora agrega: "El narrarles cuentos me permite a la vez, anticipar sus reacciones y probar distintos tipos de relato. Creo que gracias a eso, mis relatos de humor son tan apreciados por ellos".

Paulina Jara confía en la llegada que pueda tener en las personas este "diario de vida intimista, que invita al lector a vivenciar otra forma de vivir el día a día. Este poemario es la pausa poética de una vida agitada, es la nostalgia por las cosas simples y valiosas un viaje a lo relevante, a lo imperecedero. Quisiera que todos los lectores a través de estas páginas puedan regresar a ese lugar seguro de su infancia, un lugar que  está colmado de olores y sabores, un espacio de dicha y paz, ese lugar que todos atesoramos en nuestras almas y que soñamos para nuestros hijos".