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El destacado geógrafo y académico explicó el inusual fenómeno que podría darse.
El sujeto acabó preso por 60 días luego de proferir golpes y amenazas de muerte a una locataria en Punta Arenas. Con su auto, además, destruyó la fachada del negocio tras marcar 2,13 gramos de alcohol por litro de sangre
Un escándalo de proporciones protagonizó un sujeto en Punta Arenas, que destruyó una botillería debido a que no quisieron venderle una botella de whisky por estar en estado de ebriedad.
El diario El Pingüino, de Punta Arenas, narró que el sujeto, de 39 años, provocó el terror de la locataria de una botillería en la población Cardenal Silva Henríquez cuando cometió un verdadero “alunizaje” sobre la expendedora de alcohol.
El hombre enloquecido “abordó un vehículo y arremetió contra la puerta de acceso del establecimiento”, publicó el periódico de la ciudad austral.
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— La Hora (@DiarioLaHora) July 6, 2022
El sitio detalló que en ebrio “provocó diversos daños en el frontis y góndolas” Y, no contento con eso, luego amenazó a la vendedora y la amenazó de muerte: “Te voy a tirar unos balazos”, le habría dicho, según el parte policial. Además, “le habría tomado del pelo e intentado propinarle una patada”.
Luego de su repudiable golpiza, el sujeto absolutamente alcoholizado se dio a la fuga, pero entre los vecinos y carabineros pudieron reducirlo.
“Los efectivos le aplicaron el examen respiratorio y arrojó 2,13 gramos de alcohol por litro de sangre”, precisó El Pingüino.
La alocada noche del beodo acabó en el tribunal, que decretó su prisión preventiva en el Complejo Penitenciario de Punta Arenas por los 60 días que se extenderá la investigación.
“Tuvo en mente no solamente dañar el local comercial, sino evidentemente provocar un daño mayor en la víctima, cuestión que afortunadamente no estamos lamentando”, señaló el juez Ricardo Larenas.
El destacado geógrafo y académico explicó el inusual fenómeno que podría darse.
Claudia Salas contó que el acoso comenzó cuando ella conducía las noticias en dicho canal, donde el hombre la veía en televisión creyendo que ella le enviaba mensajes escondidos por las pantallas.
Según información de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), la anormalidad se debió al desrielo menor de uno de sus coches, específicamente en el vagón de los autos.