Horas después que se conociera la denuncia por abuso sexual en su contra, el sacerdote Felipe Berríos abandonó el campamento Luz Divina de La Chimba, en Antofagasta, optando por dejar su estilo mediático e instalarse en Santiago donde esperará los resultados de la investigación que pesa en su contra.
Según datos publicados este sábado por La Tercera, el religioso por estos días se encuentra en una residencia de la Compañía de Jesús en la capital, acompañado por otro sacerdotes, en una estrategia que ya han adoptado otros consagrados denunciados.
Sólo mensaje de WhatsApp
En la misma publicación se señala que Berríos sólo se ha comunicado con sus más cercanos a través de WhatsApp, no contesta llamadas telefónicas, ni tampoco ha recibido visitas en su refugio ubicado en las cercanías del Colegio San Ignacio de calle Padre Alonso de Ovalle, en la comuna de Santiago.
Cabe mencionar que la investigación liderada por la abogada María Elena Santibáñez, quien ya se entrevistó con la supuesta víctima, tiene un plazo de 90 días para concluir el proceso, aunque es prorrogable según la estrategia que adopte el abogado del sacerdote, el penalista Julián López.
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Por su parte Berríos tampoco se ha manifestado públicamente, y en su única declaración luego que se destapara el caso, comentó que "haré todo lo necesario por conocer y aclarar los orígenes de la denuncia".
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