Según la información a la que tuvo acceso La Tercera, el sospecho de asesinar al carabinero David Florido se encontraba gozando hace seis meses de libertad luego que un tribunal de alzada le concedió el beneficio, que en un comienzo había sido rechazado.
El principal sindicado del crimen que conmocionó al país, de iniciales J.G.Q. y de 23 años, “un día antes de la Navidad del año pasado recibió una importante noticia”. Se trataba de la libertad provisional, que obtuvo tras purgar cinco años de cárcel por un robo con violencia e intimidación.
Síguenos en:
El beneficio se lo otorgó la Corte de Apelaciones de Santiago, que acogió un recurso de amparo y anuló la decisión de la Comisión de Libertad Condicional, que semanas antes le había negado el beneficio.
Sospechoso es de Lo Valledor
De acuerdo a las investigaciones del OS-9 de Carabineros, el sospechoso del crimen más brutal del último tiempo, mantiene domicilio vigente en la población Lo Valledor.
Cuando recibió la libertad provisional, estaba en Colina I, donde ingresó a cumplir condena cuando sólo tenía 19 años.
Al recuperar su libertad, volvió a Pedro Aguirre Cerda, comuna que lo vio nacer y en la que vive su familia.
Búsqueda frenética
A esta hora, el sospechoso del crimen del carabinero David Florido Cisternas (33) es el sujeto más buscado del país.
El Décimo Juzgado de Garantía de Santiago despachó una orden de detención en contra del sujeto que había logrado salir del encarcelamiento, gracias a que los jueces, pese a varios antecedentes que indicaban lo contrario, confiaron en su reinserción social.
El tribunal consideró que merecía la libertad, porque en diciembre de 2021 obtuvo la salida dominical y de fines de semana. Aunque si no se ganaba ese “premio” debería haber estado preso hasta marzo de 2024, cuando se cumplía el total de su condena.
Fama de “doméstico”
Según consta en su hoja penal, J.G.Q. fue condenado en 2016 a ocho años de cárcel por su participación, junto a otros delincuentes, en un robo con intimidación y violencia en una casa de su propia población.
Según la jerga delictual, se trata de un ladrón “doméstico”, como le llaman a quienes agreden a sus propios vecinos.
Según lo que acreditó la fiscalía, el individuo actuó en el robo, donde "además de golpear a ambas víctimas con objetos contundentes, sustrayendo en definitiva desde el interior del inmueble, con ánimo de lucro y contra la voluntad de su dueña, un bolso color rojo que contenía diversa documentación personal y la suma de $ 180.000 en dinero en efectivo”.