Se entrega el último gendarme de la "operación apocalipsis"
El suboficial de Gendarmería se encontraba prófugo de la justicia por delitos de corrupción.
El suboficial de Gendarmería se encontraba prófugo de la justicia por delitos de corrupción.
Luis Bravo Pigatti, es el nombre del último suboficial que faltaba por ser aprehendido por la justicia, en el contexto de la "operación apocalipsis". Dicho operativo policial, buscaba desbaratar una red de coprrución y lavado de dinero en el interior de las cárceles chilenas.
El hombre, actualmente acusado, egresó de la Escuela de Gendarmería en 2009, y que luego fue parte de la segunda línea de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP).
Conforme pasaba el tiempo, el guardia carcelario fue adquiriendo experiencia y así subió poco a poco de rango hasta alcanzar lo que fue hasta el martes.
Sin embargo, su vida laboral dio un giro de 180 grados al ser miembro de una agrupación criminal que operaba en Santiago 1.
Los funcionarios de la cárcel se dedicaban a ingesar teléfonos celulares, alimentos y hasta paquetes con droga.
Se sabe que el gendarme mantenía vínculos con ciertos reclusos, a quienes regularmente ayudaba entregándoles materiales prohibidos en la cárcel. Además, se tiene conocimiento, gracias a testigos, que los prisioneros solían dar dinero para que les hagan algunos favores ilícitos, y todo a modo de cohecho.
A su vez, algunas personas de su vínculo han declarado que Luis Bravo también era cercano al dirigente nacional del gremio de Gendarmería, Álex Vega Torees, quien fue acusado de haber participado en una fiesta clandestina al interior del recinto carcelario.
Lo que más llamó la atención de la prensa es que en febrero de 2022, el guardia fue baleado en su pierna izquierda por un reo que le había quitado su arma de servicio.
El sujeto, que fue acusado de homicidio frustado contra la autoridad, fue condenado a 10 años de cárcel.
De los 66 detenidos en total, 42 de ellos eran gendarmes. La mayoría de ellos están apresados, pero solo hacía falta Luis Bravo para completar la lista.
Fue intensamente buscado por las autoridades al saberse que, además de cochecho, está acusado también de ingresar sin autorización elementos como alimentos y hasta teléfonos celulares.
En consecuencia, la Fiscalía Metropolitana Occidente, a cargo del fiscal Marcos Pastén, entregó la respectiva órden de arresto para luego ser puesto a disposición de la justicia.
Durante la tarde de este jueves 18, Luis Bravo Pigatti se entregó voluntariamente a la justicia para ser condenado por sus crímenes.
Cabe añadir que ayer miércoles, Juan Gutiérrez Acuña, el penúltimo gendarme prófugo, también se entregó.
El suboficial de Gendarmería se encontraba prófugo de la justicia por delitos de corrupción.
Tres personas fueron formalizadas por su participación en el inicio del fuego.
La iniciativa convocó a actores públicos, privados y académicos, con apoyo de la UNAB para empujar el desarrollo sostenible de la Quinta Región