CERRAR
Mucho más que equipos para enfriar, hoy el enfoque está en la practicidad, eficiencia y estilo que se adapta a cada espacio.
El mundo de los electrodomésticos ha avanzado hacia equipos cada vez más ajustados al ritmo de vida contemporáneo. Entre ellos, el frigobar ha ganado terreno como alternativa compacta, ideal para oficinas, dormitorios o lugares con espacio limitado. Pero si necesitas algo más amplio sin renunciar a la eficiencia, los refrigeradores tradicionales siguen siendo insustituibles, ahora mejor equipados para ahorrar energía y ofrecer mayor comodidad.
En el mercado chileno, el valor general de los electrodomésticos se espera que crezca a una tasa anual del 4,2 % entre 2025 y 2034, según un informe publicado en EMR. Con esta expansión, tanto los frigoríficos pequeños como los completos son parte del dinamismo del sector, donde destaca la preferencia por equipos más eficientes y tecnológicos.
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El frigobar ha evolucionado: los modelos actuales incorporan control digital de temperatura, aplicaciones de bajo ruido y acabados estéticos que se integran en distintos entornos. Su tamaño reducido se complementa con funcionalidad adaptada al uso moderno. En paralelo, los refrigeradores buscan ofrecer más que frío: destacan los modelos Clase A, con dispensadores integrados y estantes ajustables para distintas necesidades, desde alimentos básicos hasta botellas de vino.
Al momento de renovar la cocina, muchas personas buscan que el nuevo refrigerador no solo cumpla su función básica, sino que también se adapte al espacio disponible, al estilo del mobiliario y al uso real que se le dará. Por eso, el frigobar se vuelve una solución práctica para departamentos pequeños, oficinas o como equipo complementario en zonas de alto tránsito. En paralelo, los refrigeradores de mayor capacidad son evaluados por su diseño exterior, acabados metálicos, puertas reversibles y tecnología silenciosa, aspectos muy valorados en cocinas integradas o de concepto abierto.
Otra característica que influye en la decisión de compra es la distribución interior. Los usuarios buscan modelos con compartimientos ajustables, cajones separados para frutas y verduras, o zonas específicas para bebidas.
Más allá de tamaño o capacidad, el consumidor actual busca electrodomésticos que se adapten a su vida, ahorren energía y duren en el tiempo. La estética como acabados metálicos o puertas de vidrio en los frigobar y la funcionalidad práctica son valoradas al elegir entre distintos modelos. Lo técnico ya no basta; hoy gana quien se adapta a lo cotidiano y práctico la rutina diaria.
