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Este martes a las 21:00 comienza el foro que enfrentará a los dos postulantes a La Moneda.
El patrón que permitió identificarlo
Durante años, Erwin Cabrero Muñoz aprovechó la congestión del transporte público en Temuco para acercarse a sus víctimas. Su estrategia consistía en ubicarse en distintos paraderos de la comuna y abordar microbuses colapsados de pasajeros, especialmente de la línea 66A, donde ejecutaba tocaciones a escolares menores de edad. Las micros repletas eran el entorno ideal para que sus actos pasaran desapercibidos y, cuando alguien lo descubría, rápidamente escapaba del lugar.
Una de las claves para su identificación fue que una de las víctimas logró captarlo en una fotografía. A partir de esa imagen, y de las denuncias presentadas por un establecimiento educacional al que asistían tres afectadas, se logró confirmar su identidad y avanzar en la investigación.
Un proceso judicial abreviado tras confesión
El procedimiento judicial se resolvió mediante un juicio abreviado, ya que el acusado reconoció los delitos que se le imputaban. Esta vía fue también la preferida por las víctimas, muchas de las cuales optaron por evitar una exposición prolongada en un juicio extenso.
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Erwin Cabrero confesó que cometía abusos desde el año 2004, indicando que realizaba estos actos de connotación sexual entre dos y tres veces por semana. Según su propio testimonio, el número de víctimas se sitúa entre 300 y 400 menores, principalmente usuarias habituales del transporte público.
Pena efectiva en cárcel de Temuco
La fiscal de Temuco, Angélica Mera, confirmó que los antecedentes recopilados por el Ministerio Público permitieron acreditar los hechos. Con base en esto, el Tribunal dictó una sentencia de 5 años y 1 día de presidio efectivo, que Cabrero Muñoz deberá cumplir en el Centro Penitenciario de Temuco, lugar donde ya permanecía en prisión preventiva desde su detención.
