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La emblemática tarjeta de coordenadas para realizar transferencias bancarias, definitivamente quedaron obsoletas, y en el plazo de un año, los bancos deberán optimizar sus plataformas electrónicas para el traspaso de fondos de sus clientes.
Así lo determinó la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la que emitió una Norma de Carácter General que fija estándares mínimos de seguridad y autenticación de medios de pago y servicios financieros. Esta normativa busca reforzar la protección de los usuarios ante fraudes y suplantaciones de identidad.
La nueva norma exige la implementación de autenticación reforzada de clientes (ARC), basada en al menos dos factores de seguridad independientes, tales como contraseña, dispositivo o biometría. La CMF especificó que estos elementos deben tener mecanismos contra manipulaciones o clonaciones.
¿Hasta cuándo hay plazo para el cambio?
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La autenticación reforzada será obligatoria en operaciones como transferencias electrónicas, incorporación de clientes en plataformas digitales y modificaciones de datos personales. La normativa también exige registros auditables, monitoreo continuo de transacciones y protocolos de cifrado y caducidad de códigos.
La CMF detalló que los emisores serán responsables de los perjuicios que sufran los usuarios por no cumplir con estos estándares. Además, advirtió que fiscalizará activamente el cumplimiento de la norma e impondrá sanciones cuando corresponda.
Esta norma entrará en vigor el 1 de agosto de 2025, mientras que las exigencias obligatorias de ARC comenzarán a regir el 1 de julio de 2026.
