Anuncian que La Gran Rueda girará a lo largo de todo el país: último fin de semana en Santiago
La estructura que ya estuvo durante el verano en Viña del Mar, durante los meses de junio y julio brindó una vista panorámica desde el Parque Araucano.
Históricamente poco común en el país, el delito de sicariato ha comenzado a hacerse notar con mayor frecuencia en los últimos años. El reciente asesinato de José Felipe Reyes, el Rey de Meiggs, ha vuelto a encender las alarmas.
En Chile, el sicariato ha sido, hasta hace poco, un fenómeno más bien excepcional dentro del mapa delictual. Sin embargo, casos recientes han puesto en evidencia que esta práctica, violenta y propia de estructuras criminales más complejas, está comenzando a asentarse con mayor fuerza, especialmente de la mano del crimen organizado.
El país observa con atención lo ocurrido con el empresario José Felipe Reyes, más conocido como el "Rey de Meiggs", cuyo homicidio fue cometido por Carlos Alberto Mejías, sicario venezolano contratado por el también empresario Wilson Verdugo, dueño del restaurante "La Vaquita Sabrosa", quien fue detenido este miércoles y sindicado como el autor intelectual del crimen.
Este caso ha puesto nuevamente sobre la mesa una inquietante pregunta: ¿Qué tan extendido está el sicariato en Chile?
La advertencia le llegó a través de un WhatsApp desconocido y le dijeron que lo andan siguiendo.
Chile no tiene una tradición de sicarios como otros países de la región. No obstante, sí existen antecedentes que dejaron una fuerte marca en la opinión pública.
El más emblemático es el caso de María del Pilar Pérez, conocida como ''La Quintrala'', condenada a presidio perpetuo por haber ordenado el asesinato de su exmarido, el arquitecto Francisco Zamorano, y su pareja, en 2008.
También fue hallada culpable del homicidio del psicólogo Diego Schmidt-Hebbel, crimen perpetrado por el sicario José Ruz, quien ejecutó los tres asesinatos a cambio de dinero. El caso estremeció al país por el nivel de planificación, frialdad y motivación patrimonial.
Otro caso impactante es reciente. El 22 de agosto del 2024, tres jóvenes fueron detenidos por contratar a un sicario para matar a su propio padre, quien recibió un disparo en su cabeza en pleno centro de Concepción, región del Biobío, en julio del año pasado.
En esa oportunidad, el hombre, un comerciante conocido en la ciudad penquista, descendió de su vehículo y fue abordado por un desconocido.
El individuo extrajo un arma de fuego y, tras intercambiar palabras con la víctima, le disparó en la cabeza.
En primera instancia se especuló que podría haber sido un intento de robo, pero con el paso de los días, un drástico giro impactó al país. Las autoridades detuvieron al sicario, de nacionalidad colombiana, quien reconoció que los jóvenes lo contrataron para matar a su padre.
El periodista apuntó a la falta de liderazgo político tras la huida del sicario venezolano Alberto Mejía por la frontera con Perú.
Desde el Ministerio Público y las policías han reconocido que el sicariato, aunque aún minoritario, ha aumentado en frecuencia, especialmente asociado al narcotráfico y a disputas territoriales entre bandas.
Lo más preocupante es que muchas veces estos crímenes quedan en la impunidad o son difíciles de probar, ya que los autores materiales rara vez delatan a quienes los contrataron.
En ese contexto, el caso del "Rey de Meiggs" podría marcar un precedente importante, no solo por el nivel de exposición pública del empresario asesinado, sino también porque podría develar redes más amplias de crimen organizado operando en el corazón de Santiago.
La estructura que ya estuvo durante el verano en Viña del Mar, durante los meses de junio y julio brindó una vista panorámica desde el Parque Araucano.
Cerca de 10 milímetros se esperan para la Región Metropolitana.
Históricamente poco común en el país, el delito de sicariato ha comenzado a hacerse notar con mayor frecuencia en los últimos años. El reciente asesinato de José Felipe Reyes, el Rey de Meiggs, ha vuelto a encender las alarmas.