Este martes será uno de los días más cortos de la historia: inusual movimiento de la Tierra
Este 22 de julio no cumplirá con la duración estándar de 24 horas.
Alberto Mejía, el sicario que es acusado de asesinar al reconocido "Rey de Meiggs" el pasado 19 de junio en la comuna de Ñuñoa, ya no está en el país, luego de fugarse de la Penitenciaría de Santiago donde cumplía con prisión preventiva, y donde era identificado como Osmar Ferrer, su falsa identidad.
Gracias a la grabación de cámaras de seguridad, se pudo determinar que el joven imputado de 18 años, salió de la cárcel y de manera inmediata se encontró con dos sujetos que lo esperaban. Nadie sospechaba de él, y fue así como contrató a un taxista para que lo trasladara desde Santiago a la ciudad de Iquique, pagando $2 millones y medio.
Ya en el norte del país, y luego de 40 horas de viaje, Mejía se hospedó en una pequeña residencial iquiqueña, donde también era resguardado con dos encubridores.
Todo registrado
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Gracias a ellos, el sicario pudo comprarse un chip de teléfono móvil, y además, cambiar en parte su apariencia, cuando aún no existía una alerta policial tras sus pasos. Tal como se ve en un video, y donde incluso se pasea frente a una patrulla de Carabineros.
Fue así como gracias a nuevos registros de cámaras de seguridad, Mejía fue visto en el termina de buses en Iquique para ahora desplazarse hasta la ciudad de Arica. En el lugar, se puede ver a un joven de gorro, tapando gran parte de su rostro y con un yeso en su muñeca derecha, para cubrir el tatuaje de "Zeus" que lo identifica.
Nadie lo reconoció. De esta forma el sábado 12 de julio, ya por la tarde, cruzó hacia Perú, también en transporte público, y hoy, según la investigación, actualmente Alberto Mejía estaría en Colombia.
Los detalles del homicido del "Rey de Meiggs"
El homicidio ocurrió el 19 de junio en la calle Quirihue, comuna de Ñuñoa. La víctima, un empresario de 43 años, salió de un edificio residencial acompañado, momento en que fue atacado. Las cámaras de seguridad muestran que Reyes logró correr unos 25 metros, pero un primer disparo lo hizo caer al suelo, facilitando que uno de los agresores lo alcanzara.
El hombre fue obligado a desplazarse hacia la vereda bajo amenaza de un arma de fuego, y un segundo atacante descendió de un vehículo cercano. Antes de huir, los delincuentes efectuaron más disparos contra la víctima.
La Fiscalía confirmó que tras el ataque, Reyes Ossa mantenía todas sus pertenencias, incluyendo $300 mil pesos en efectivo.
