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El Poder Judicial respondió de manera positiva a la solicitud de la defensa, argumentando lo importante de una oferta laboral.
Una grave situación de insalubridad afecta desde hace al menos dos meses a los vecinos del pasaje Antilhue, ubicado en la comuna de Renca. Según denuncia Vladimir, uno de los residentes del sector, aguas servidas corren libremente por la vía, generando malos olores, presencia de roedores, moscas y un serio riesgo para la salud de los vecinos, especialmente de los niños, quienes ya no pueden disfrutar del espacio como antes.
"Antes los niños jugaban en el pasaje, ahora tienen que estar encerrados. Mi nieta no puede ni salir al antejardín porque empieza con vómitos por el olor", relató Vladimir, quien ha debido tomar medidas de emergencia para evitar que los desechos lleguen hasta su vivienda.
El problema no es nuevo. De acuerdo con su testimonio, el origen de esta emergencia sanitaria se remonta a más de ocho meses, cuando trabajadores de la empresa contratista Copergo, que presta servicios para Aguas Andinas, llegaron al lugar para resolver un problema de obstrucción en el sistema de alcantarillado. La intervención, sin embargo, fue deficiente. "Metieron varillas para destapar, pero quedaron atrapadas dentro del alcantarillado. Yo estaba mirando cuando pasó, y no las pudieron sacar. Dijeron que volverían con refuerzos, pero hasta hoy, nada", aseguró.
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Desde entonces, los vecinos han sido testigos de cómo la situación se ha deteriorado con el paso del tiempo. "Antes el agua se estancaba en las cámaras, pero ahora corre por todo el pasaje. A eso de las ocho o nueve de la noche es como un río de aguas servidas", explicó el vecino, indicando que el hedor se vuelve más intenso en las tardes y que las veredas del sector ya están tomando un color verdoso producto de la constante humedad contaminada.
A pesar de múltiples llamados tanto a Aguas Andinas como al municipio de Renca, las respuestas han sido vagas y sin acciones concretas. "Llamo a Aguas Andinas y me dicen que van a venir, que están en camino, pero nunca llegan. Del municipio no hemos recibido ninguna respuesta ni visita", enfatizó Vladimir.
La preocupación en el pasaje Antilhue va en aumento. Según el denunciante, varios niños han presentado síntomas relacionados con el mal estado del entorno. "Mi nieta vomita en las mañanas y en las noches. Es por el olor. Esto no es vida. No se puede abrir una ventana, no se puede estar tranquilo en la casa", señaló.
Además del mal olor, los vecinos aseguran haber notado la presencia de ratones y plagas. "Vi ratones cruzando por la pandereta frente a mi casa. Tuve que salir a comprar trampas y ponerlas en la reja para que no se metan. Las moscas también aumentaron y ya no sabemos qué hacer", comentó.
El sector está compuesto en su mayoría por familias con niños pequeños y adultos mayores, quienes ven en el abandono institucional una amenaza directa a su salud y calidad de vida. "No es justo que tengamos que vivir entre aguas servidas, que los niños pasen las vacaciones encerrados y que nadie se haga cargo. Esto es una emergencia sanitaria y no puede seguir así", expresó Vladimir.
Los vecinos del pasaje Antilhue esperan una pronta intervención, tanto por parte de la empresa sanitaria como de las autoridades comunales, y hacen un llamado urgente a resolver una situación que no solo atenta contra la dignidad de quienes allí viven, sino que también constituye un peligro sanitario inminente.
