"Llama la atención...": fiscal se llenó de dudas tras ver el video de liberación de supuesto sicario
Marcos Pastén está a cargo de reunir los antecedentes sobre la decisión de liberar a Osmar Ferrer, venezolano acusado de asesinar al Rey de Meiggs.
Dos mujeres que ejercían la prostitución, finalmente fueron vinculadas a la muerte de un empresario de la ciudad de Viña del Mar, quien se habría encontrado en el camino de las jóvenes en las dependencias del casino Enjoy de la Ciudad Jardín.
Según las primeras indagatorias, Monserrat Valdivia y Lissette Núñez, ambas de 26 años, operaban en el reconocido establecimiento hace ya varios meses, siempre presentándose como trabajadoras sexuales, para luego ofrecer sus servicios. Si el "cliente" aceptaba, luego eran drogados para robarles todas sus pertenencias.
Fue así como el empresario de 60 años les invitó un trago y mientras servían él fue al baño. Al volver, su copa ya tenía la droga. Solo se acuerda que de pronto se vio con un golpe en la cabeza y la cara ensangrentada. Le habían robado 15 millones de pesos entre dinero y relojes.
Tras largos meses de investigación el Tribunal Juicio Oral en Lo Penal de Viña del Mar condenó a las jóvenes por el delito de homicidio, luego que se pudiera determinar que la víctima murió por asfixia mecánica, estrangulamiento y sofocación.
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Precisamente desde la cárcel, una de las implicadas, Monserrat Valdivia, decidió romper el silencio en T13 y entregó su supuesta verdad de los hechos.
Su versión
"Partí trabajando al casino desde los 19 años. Mi hija era pequeña, yo estaba sola, y opté por la manera fácil de trabajar, de ofrecer mis servicios de dama de compañía. Yo iba a trabajar y ellos se me acercaban a mi. Sabían que ahí estaban todas las personas que ofrecen sus servicios sexuales", partió contando la escort.
Luego, sobre la investigación del delito de homicidio que se le inculpa, Valdivia dice que "yo no tengo idea de los peritajes, yo soy una simple mujer que trabajaba como dama de compañía. Yo estoy dando mi testimonio, porque estoy presa porque me condenaron culpable, pero yo estoy mal condenada".
Finalmente sobre la muerte del mencionado empresario, la dama de compañía es explícita. "Él no estaba mal, no estaba muerto, él estaba ebrio. Nosotras nos fuimos, pero él estaba vivo dentro de la camioneta. No hay ninguna huella mía ni siquiera de Lissete Nuñez en su cuello. Yo no maté a nadie. Si yo lo hubiera matado, yo lo hubiera dicho, no le hubiera hecho este daño a mi familia de gastar todo este dinero en mí", cerró.
