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El inédito tornado que golpeó a Puerto Varas el pasado domingo encendió las alertas. Y es que, históricamente, Chile no conocía muy de cerca a este desastre natural.
Lo que parecía una tranquila tarde otroñal en Puerto Varas terminó convirtiéndose en una escena digna del cine: techos volando, árboles arrancados de raíz y vecinos grabando el cielo con el celular mientras un inédito tornado devastaba el centro de la ciudad.
El fenómeno, confirmado por la Dirección Meteorológica de Chile como un tornado, dejó cuantiosos daños materiales y un dejo de desconcierto.
Pero la sorpresa no solo quedó en la Región de Los Lagos. Y es que a raíz de este inusual desastre natural surgió la pregunta: ¿puede pasar lo mismo en Santiago?
Chile no es precisamente una tierra de tornados. Su geografía cordillerana y su clima templado-húmedo hacen que estos fenómenos sean excepcionales. Sin embargo, "excepcional" no significa imposible.
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Si bien la capital no presenta las condiciones clásicas para la formación de tornados, como ocurre en ciertas zonas de Estados Unidos, eventos aislados y de menor intensidad no pueden descartarse, sobre todo en primavera, cuando se combinan masas de aire cálido e inestabilidad atmosférica.
Si un tornado menor llegara a formarse en Santiago, ¿cómo respondería la ciudad? Las construcciones ligeras, como techumbres de zinc o galpones industriales, podrían sufrir daños severos. Y aunque las probabilidades son bajas, la falta de experiencia frente a este tipo de eventos también juega en contra.
Se debe tener en cuenta el temporal de agosto del año pasado, que dejó cuantiosos daños en diversos puntos de Santiago.
No obstante, el tornado de Puerto Varas podría marcar un antes y un después, obligando a revisar protocolos de emergencia y modelos climáticos que, hasta ahora, no contemplaban tornados como una amenaza seria.
