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Millaray Rojas Pérez de 25 años, era una joven estudiante, trabajadora y madre de una pequeña.
Pasadas las horas del fatal accidente ocurrido en la esquina de avenida 10 de Julio con Manuel Antonio Tocornal, lentamente se ha comenzado a conocer detalles del impacto que le costó la vida a tres jóvenes.
Se trata de un grupo de amigas, que fueron identificadas como Esmeralda Reyes Aranda, de 26 años, Millaray Rojas Pérez, de 25, y María José Mayanes González, de 37, quienes venían del Teatro Caupolicán donde presenciaron el concierto del cantante urbano Bayron Fire.
Sobre la menor de las víctimas, se pudo determinar que ella iba de copiloto y murió en el lugar debido al fuerte impacto del choque. Su mejor amiga, Anais, de 23 años, relató en LUN cómo era la joven que dejó en vida a una niña de 2 años.
Las mujeres tenían entre 26 y 37 años al momento del accidente en Santiago Centro.
"Millaray iba de copiloto. Era amiga de toda la vida de la chica que iba manejando. Ella le había regalado la entrada para el concierto a la Millaray. La conductora y la que iba atrás, que también era mamá, eran cuñadas", expresó Anais.
"En la adolescencia compartimos mucho, tengo muchos recuerdos con ella. Era súper extrovertida y alegre", recordó la joven.
Luego agrega que "ella estaba haciendo las cosas súper bien, trabajando, estudiando, dedicándose a su hija, porque ella lo que más adoraba era a su niña. Era una madre súper protectora, siempre hacía lo mejor que podía por su hija. La Millaray era la alegría de su casa, pero de sus amigos también".
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Jessica, quien viajó de Limache a Santiago, se quedó dormida al interior de la máquina y nadie le advirtió que ya había llegado a destino.
Se trata de una tradición bien chilena, que mezcla costumbre, religión y hasta mercado. Aunque la Biblia no lo diga tal cual, el origen de esta práctica tiene más historia que receta.