Fatal accidente en faena minera de Petorca: un trabajador terminó fallecido
El hombre fallecido cumplía funciones como operador de planta y era padre de dos hijos.
Desde hace algunos años, la presencia de la fragata portuguesa se ha convertido en una de las preocupaciones que tienen las costas de nuestro país, y es por esa razón que las autoridades toman ciertas medidas para que los bañistas eviten el contacto con dicha especie.
Es importante no entrar en contacto con esta especie marina, ya que una picadura puede generar diversas consecuencias e incluso llegar a ser graves para la salud.
A continuación, te dejamos algunas recomendaciones sobre cómo actuar frente una picadura de fragata portuguesa y qué hacer en caso de encontrarse con una.
¿Qué hacer en caso de ser picado por una fragata portuguesa?
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- Lavar la zona afectada con suero fisiológico o aplicar vinagre blanco doméstico entre 15 a 30 minutos para evitar nuevas descargas del veneno.
- Retirar los restos de tentáculos de la medusa con guantes y pinzas de la piel o raspar la zona afectada con un objeto romo. (Es recomendable no tener contacto directo)
- El uso de hielo o compresas frías puede favorecer la descarga de la toxina, por lo que se sugiere utilizar lidocaína tópica para disminuir el dolor y la propagación del veneno.
- Algunos profesionales de la salud recomiendan el uso de una vacuna antitetánica, ya que la espora podría encontrarse en la arena y en el agua de mar y mantener la zona afectada limpia para evitar una sobreinfección bacteriana.
- Es fundamental que la zona afectada se mantenga inmovilizada y en reposo, además de visitar un centro asistencial para evaluar las lesiones y un posible tratamiento.
¿Cuáles son las consecuencias de su picadura?
Según informó el Minsal, estar en contacto con los tentáculos de una fragata portuguesa viva o muerta, puede generar lesiones cutáneas e incluso afectar a todo el cuerpo entre las que se encuentran erupciones de la piel, enrojecimiento de la piel, hinchazón de la zona afectada y ronchas.
En cuanto a los síntomas gastrointestinales se incluyen náuseas y vómito; sin embargo, en casos más graves puede haber síntomas neuromusculares como calambres, espasmos, fasciculaciones, deterioro del equilibrio o coordinación, disnea, broncoespasmos, dolor de pecho y arritmia.
