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El actual edil de Ñuñoa, basado en un informe de la Contraloría General de la República, aseguró que al llegar al municipio se encontró con "un desorden administrativo brutal".
La administración de Emilia Ríos como alcaldesa de Ñuñoa, cayó bajo la lupa de la Contraloría General de la República, y a la vista quedaron una serie de irregularidades y fraudes en el que habría incurrido la alcaldesa y quienes trabajaron junto a ella desde 2021.
Y el encargado de dar a conocer "un desorden administrativo brutal", fue el actual edil de la comuna, Sebastián Sichel, quien en conversación con 24 Horas detalló lo denunciado.
"Lo que dice la Contraloría, gente que además parece ser que prestaba funciones que tenían fines políticos u otros. Cuatro periodistas en vez de uno, cinco abogados en vez de uno y así se multiplica", explicó.
En la misma línea agregó que "una deuda de más de 1.600 millones en la Corporación de desarrollo Social, de la que depende educación y salud, que es un espanto porque tenemos proveedores llamando todo el día porque no le hemos pagado. 500 millones y 451 millones con más de ciento veinte días de retraso".
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Y uno de los puntos que más llamó la atención, fue el gasto que se habría hecho en movilización, a través de una reconocida plataforma digital.
"Gastos no justificados hasta dos millones y medio en consumo de Uber, por ejemplo, mensualmente, que no tiene ningún respaldo, tanto así que lo reembolsaron", aseguró.
