El pasado viernes 18 de julio, la justicia condenó a Eduardo Macaya Zentilli a seis años de cárcel efectiva como autor de dos delitos de abusos sexual impropio reiterado contra de menores de edad.
De esta forma el padre del senador de la UDI, Javier Macaya, comenzaría a cumplir con una pena que lo tendría tras las rejas.
Pero este lunes todo cambió. Tras pasar un fin de semana tras las rejas, la Corte de Apelaciones de Rancagua revocó la medida cautelar de prisión preventiva, y ahora el imputado deberá cumplir con arresto domiciliario.
Con arresto domiciliario
La decisión de la justicia generó indignación, casi de manera transversal, pero esta impotencia se podría multiplicar, luego de los antecedentes entregados por un reportaje de El Mostrador, donde se señalan una serie de privilegios que habría gozado Macaya tras las rejas.
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Durante un breve periodo, contrario a lo que se conoce públicamente, el padre del senador, no lo pasó encerrado al interior de una celda, sino en una sala del hospital penitenciario de la cárcel de Rancagua, el mismo lugar donde había permanecido antes de pagar los 150 millones de fianza, que le permitieron regresar a su hogar la vez pasada.
URGENTE | Corte de Apelaciones revoca prisión preventiva de Eduardo Macaya: Estará con arresto domiciliario
El padre del senador Javier Macaya cumplirá su condena por delitos de abuso sexual contra menores desde su casa.
"Antes de llegar, él ya sabía que se iba a ir directo al hospital, lo que es algo bastante atípico porque los internos no saben su destino hasta que llegan al módulo de imputados y se les hace la clasificación", comentó una fuente al interior del recinto.
Reclusión vip
Al mismo tiempo, a diferencia de los demás reos, Macaya se habría "saltado" la exhaustiva revisión a la que se someten los nuevos internos y habría sido derivado directamente al hospital penitenciario, trasladando él mismo sus pertenencias personales.
De esta forma, el ingeniero agrónomo, en rigor, fue internado en una habitación individual de tres por cuatro metros, con baño privado, en una sala reservada para mujeres, pero utilizada por otros presos en caso de situaciones excepcionales.
Finalmente se indicó que las visitas para Macaya fueron sin restricción horaria y por accesos diferenciados.
"Nunca hicieron una fila como el común de los mortales", comentó una fuente en ese entonces, quien aseguró que la camioneta del senador Macaya se estacionaba a un costado del vehículo del alcaide, en un espacio exclusivo para funcionarios.