La prevención del ACV implica una serie de medidas, y el uso de anticonceptivos también puede ser relevante en ciertos casos, especialmente para las mujeres. La prevención del ACV implica controlar los factores de riesgo conocidos y tomar decisiones informadas sobre el uso de anticonceptivos, teniendo en cuenta los riesgos individuales y las necesidades de cada persona.
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se detiene o bloquea el flujo de sangre hacia el cerebro, causando en algunos casos la muerte de las células cerebrales (isquémicas); o en su defecto, cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, generando sangrado en la cabeza (hemorrágico).
De hecho, según datos del Ministerio de Salud, en Chile se registraron 29.542 egresos hospitalarios por ACV durante 2021, transformándose en la segunda causa de muerte, después de las enfermedades coronarias.
Aumenta riesgo de un ACV
Según investigaciones, el riesgo de ACV entre las mujeres que utilizan anticonceptivos orales aumenta de forma exponencial a partir de 3,4 por 100.000 mujeres de 15 a 19 años a 64,4 por 100.000 mujeres de 45 a 49 años.
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"En cuanto al uso de anticonceptivos, es importante tener en cuenta que algunos métodos anticonceptivos pueden aumentar ligeramente el riesgo de coágulos sanguíneos, lo que a su vez podría incrementar el riesgo de sufrir un ACV. Es fundamental hablar con un profesional de la salud especialista en ginecología y realizar un estudio para elegir el método anticonceptivo más adecuado según tu historial médico y factores de riesgo individuales como coagulación, hormonales, genéticos, inmunes y también sociales que finalmente contribuyen a este aumento" asegura Felipe Covarrubias, Director Clínico de TrainFES, empresa que está basada en una metodología continua y una tecnología que permite acelerar el proceso de rehabilitación de personas.
La prevención primaria implica controlar y manejar los factores de riesgo conocidos, como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo. Mantener un estilo de vida saludable y recibir tratamiento médico adecuado para estas condiciones puede reducir significativamente el riesgo de ACV.
"Cuando se produce un ACV, el cerebro deja de recibir nutrientes y oxígeno. Aunque esto se produzca por pocos segundos, es suficiente para generar consecuencias en quien lo sufre. Por esta razón es considerada una urgencia tiempo-dependiente a nivel médico, es decir, mientras antes se reciba atención médica, mejor será el pronóstico del paciente" comenta el Director Clínico de TrainFES Center, que actualmente ya está funcionando en el mercado estadounidense.
Tratamientos a las secuelas ACV y avances con electroestimulación
Existen diferentes tratamientos para un ACV, dependiendo de lo que se busca tratar de manera específica. Por ejemplo, en el caso de la pérdida de la capacidad para tragar, al complementar la terapia fonoaudiológica tradicional con electroestimulación funcional para tratar ese tipo de problemas para deglutir y disfagia. Se ha comprobado que la terapia logra mayor respuesta y reduce los tiempos de rehabilitación. Su avanzado sistema de electroestimulación funcional provoca con pequeños pulsos eléctricos que los músculos paralizados generen movimientos funcionales de manera coordinada y sincronizada.
"La evidencia generada por TrainFES dio cuenta de los avances en cuanto a su nivel funcional, entre su primera sesión de entrenamiento y el segundo mes de terapia. Se evaluó la capacidad de mantenerse en sedente (sentado), bípedo (que se sostiene sobre los dos pies) o caminando", finaliza Covarrubias.
Por otro lado, de acuerdo a las investigaciones de TrainFES, este sistema también es adecuado para tratar la recuperación motora debido a la pérdida de movimientos funcionales. Una debilidad motora afecta procesos como la marcha, ducharse, alimentarse y distintas actividades de la vida diaria.