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La Fiscalía determinó que la mujer imputada y la religiosa fallecida, habían acordado acompañarse mutuamente incluso después de la muerte.
Luego de la detención de dos mujeres, involucradas a la aparición de un cuerpo esqueletizado al interior de una maleta en calle Los Jazmines en Ñuñoa, la Policía de Investigaciones entregó este miércoles nuevos antecedentes que dan luces de lo que realmente ocurrió con este terrorífico hallazgo.
Según comentó el subprefecto Juan Fonseca, una de las personas detenidas, supuestamente amiga de la persona fallecida, serían ambas religiosas, y habrían hecho un pacto en el caso de que cualquiera de las dos falleciera.
"Se establece que en el transcurso de esos años, ella (la mujer hallada en la bolsa), inicia una enfermedad que nunca se trató. Es en ese contexto es que ellas hacen esta especie de pacto de aislarse", indicó el Fiscal Francisco Lanas.
Luego agregó que "ellas tenían la aspiración de ser monjas de claustro, de no tener contacto mayor con el mundo exterior, por lo tanto, llegan al acuerdo de que en caso de fallecimiento de una u otra, no dar cuenta a la autoridad y cuidarse entre ellas hasta el último momento, incluso después de eso".
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Consultado los motivos que llevaron a la mujer detenida de sacar el cuerpo a la calle, considerando que ya llevaba un año enterrado en el patio del domicilio, explicaron que en el mes de abril la hija de la religiosa que aún residía en la casa, se instaló en la viviendo, y habría sido ella quien le pidió sacar deshacerse del cadáver.
Sobre los cargos que podrían pesar sobre las personas imputadas, es el de inhumación ilegal, por no haber dado un entierro formal a la persona fallecida ni haber dado aviso a las autoridades.
