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La campaña del Cacique en la Copa Libertadores de 1973 era seguida por los chilenos a través de la radio y la televisión. En cada partidos de los albos el Estadio Nacional se llenaba con 70 mil personas.
El 29 de mayo de 1973, Colo Colo jugó la final de la Copa Libertadores frente a Independiente de Avellaneda, en uno de los robos más grandes que recuerde el fútbol chileno.
Carlos Caszely marcó un gol legítimo que la habría permitido a los albos quedarse con la corona continental, pero el juez Arppi Filho decidió invalidar la anotación dejando al Cacique con las manos vacías.
La imagen sigue dando vuelta en la memoria de los jugadores que ese día estuvieron en el Estadio Nacional. Ya son 50 años de lamentos, y la conclusión es clara "nos robaron, en ese entonces el fútbol era muy sucio y nosotros inocentes. Las cosas se arreglaban en los pasillos, con plata, y nosotros no lo hicimos". Así lo dijo Leonel Herrera, en conversación en "Mi metro cuadrado" de Canal Vive.
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Pero más allá del triste final, la campaña de Colo Colo es recordada como una de las más notables a nivel internacional, incluso para muchos mejor que la de 1991 que terminó con el título de la Copa Libertadores.
Cada vez que el Cacique jugaba el país se paralizaba. La televisión a blanco y negro siguió uno a uno los partidos, la sintonía radial estaba por la nubes, y el Estadio Nacional se llenaba con 70 mil personas.
Colo Colo era sinónimo de alegría, en un ambiente político tenso, donde el gobierno del Presidente Salvador Allende pedía clemencia. Por lo mismo, el mandatario, quien no era muy futbolero, seguía atento lo que pasaba con el equipo que comandaba Luis "Zorro" Álamos.
Según cuenta el periodista Luis Urrutia en uno de sus libros, el socialista conversaba con el DT de los albos antes de cada partido, y le habría comentado "Colo Colo es lo único que mantiene unido al país".
Una vez finalizada la campaña del Cacique en la Copa Libertadores, el clima político creció en tensión. En junio de 1973 se produjo el recordado "tanquetazo", y luego vendría el Golpe Militar del 11 de septiembre.
Es por esta razón, que la escuadra donde brillaban Adolfo Nef, Leonel Herrera, el "Chamaco" Valdés, Carlos Caszely y Leonardo Véliz, ha sido sindicado como "el equipo que retrasó el Golpe".
Paralelamente a la campaña de Colo Colo, la selección chilena jugaba en 1973 las Clasificatorias para el Mundial de Alemania. Tras pelear mano a mano con Uruguay en en el mes de agosto, a la Roja le tocó disputar el repechaje frente a la Unión Soviética.
El equipo, que también era dirigido por el "Zorro" Álamos, voló en un avión facilitado por Pinochet hasta Moscú. Fue un viaje donde a los jugadores se les "advirtió" no entregar detalles de lo que ocurría en nuestro país, y en lo deportivo se consiguió un meritorio empate sin goles.
Faltaba la revancha en Santiago, pero el Kremlin prohibió que los jugadores viajaran. Pese a esto, la Roja se presentó en el Estadio Nacional, y sin rivales en la cancha, se vistieron de corto y marcaron un gol para decretar el "bocover".
