Confirman muerte de adolescente chileno en tragedia aérea en Washington D.C.
Un argentino y su hijo nacido en Chile figuran entre las víctimas fatales que dejó el accidente aéreo en la capital estadounidense.
Preocupación se vive en la zona central del país por las fuertes precipitaciones anunciadas para los próximos cuatro días.
Muchos meteorólogos han pronosticado que las lluvias serán de "gran intensidad", lo que inmediatamente hace recordar los desastres que se vivieron hace unos meses.
La gran inundación de 2023 en la zona central
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Entre el 22 y 26 de junio del presente año se desataron intensas inundaciones, además del sobrecrecimiento del río Mapocho y de la alarma por los cortes de agua potable.
Todo esto, como consecuencia de un temporal de lluvias que afectó a la zona central del país, dentro de un total de 8 regiones, dejando más de 19 mil damnificados y dos personas fallecidas.
Este evento estuvo relacionado con las altas temperaturas provenientes desde el centro y el este del Pacífico ecuatorial.
Tal como lo había explicado el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN), unos días antes de que ocurriera la catástrofe natural, lo que sucedió fue que las variaciones de temperatura afectaron "la estabilidad del aire, la circulación de la atmosfera, la transferencia de calor", lo que influyó en el régimen de lluvias.
¿A juntar agua?
Según lo que Jorge Gironás, investigador de CIGIDEN y profesor asociado de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile, consignó a La Tercera, en los próximos días "podría ocurrir nuevamente una situación donde se tensione el abastecimiento de agua potable, dado que los pronósticos mencionan precipitaciones con temperatura alta y, por ende, una isoterma alta".
"Para un caso de alta incertidumbre como éste solo nos queda estar atentos. Puede venir una tormenta muy fuerte y probablemente sea así, por la variación que muestran los montos y también por la isoterma que estará cerca de los 2.500 y 3.000 metros, es decir, podría ocurrir algo similar a la tormenta que recibimos a finales de junio, donde los ríos crecieron rápidamente, donde había nieve acumulada y el agua que cayó sobre esa nieve permitió que se incrementara la escorrentía superficial", detalló al mismo medio Raúl Valenzuela, PhD en Ciencias Atmosféricas y académico de la Universidad de O’Higgins (UOH).
Eso sí, cabe destacar que aún hay algo de tranquilidad, ya que de acuerdo a lo expuesto por el experto en meteorología, Iván Torres, la situación "es para preocuparse", sin embargo, asegura que la intensidad no será la misma que la del último sistema frontal.
