Después de la emocionante victoria Carlos Alcaraz sobre Novak Djokovic en la final de Wimbledon, el ex senador aprovechó de burlarse del "Chino".
Carlos Alcaraz, el jugador número uno del mundo, derrotó a Novak Djokovic en una batalla de cinco sets, que cautivó a Wimbledon.
El prodigio murciano de 20 años mostró una resistencia increíble, luchando durante 4 horas y 42 minutos para asegurar su victoria monumental en las prestigiosas canchas de césped inglesas.
El triunfo consolidó la posición del hispano como jugador líder en el ranking mundial, marcando un momento histórico en su joven carrera.
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Como era de esperar, las redes sociales explotaron con millones de reacciones ante el impresionante logro de "Carlitos".
Entre los comentarios uno destacó entre los tuiteros chilenos. Nelson Ávila. El exsenador le dio un golpe inesperado a Marcelo "Chino" Ríos, quien ocupó el puesto número uno del mundo después de derrotar a Andre Agassi en la final de la Copa Lipton el 29 de marzo de 1999.
En su intento de elogiar a Alcaraz, Ávila optó por criticar al "Chino" por la corta duración de su tiempo en el primer puesto.
"Y aquí le levantaron un altar tipo narco al que fue número uno durante una semana y nunca ganó un Grand Slam", declaró Ávila.
El comentario del político provocó de inmediato una ola de respuestas, lo que generó un animado debate entre partidarios y críticos.
Si bien algunos estuvieron de acuerdo con su opinión, otros defendieron ferozmente a Ríos y criticaron a Nelson Ávila por menoscabar los logros de un ex héroe nacional del tenis.
Y aquí le levantaron un altar tipo narco al que fue número uno durante una semana y nunca ganó un gran slam. https://t.co/gtJAMBogDE
— Nelson Ávila (@nelsonavila) July 16, 2023
La polémica declaración no solo captó la atención de los entusiastas del tenis chileno, sino que también generó discusiones más amplias sobre la importancia de reconocer y respetar los logros de los atletas en el contexto de sus respectivas épocas.
El choque de opiniones destacó la profunda admiración y el orgullo que sienten los chilenos por sus íconos deportivos.
