Vacaciones de invierno y uso de pantallas

Ya nos encontramos a menos de dos semanas de las vacaciones de invierno de nuestros niños, niñas y jóvenes, en medio de la polémica del uso por la vuelta de mascarillas obligatoria en los establecimientos educativos desde el jueves 15 de este mes versus propuestas de adelanto de vacaciones de invierno, en medio de un mar de virus, con una salud física y mental fragilizada, incluso con algunas tristes pérdidas de niño/as por graves cuadros respiratorios.

Sin lugar a dudas este escenario no es muy alentador, si pensamos además en investigaciones recientes en jóvenes de nuestro país acerca de la altísima prevalencia y comorbilidad de depresión, ansiedad generalizada y consumo problemático en nuestro país (Crockett y Matínez, 2023) y la reciente investigación de la Mutual de Seguridad (2023) que hablan del incremento de las agresiones en el ámbito laboral en Chile.

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De esta forma, tanto los niño/as, jóvenes y nosotro/as, los cuidadores, nos encontramos en una compleja realidad.

El tomar consciencia de esto, no debe llevar a deprimirnos más, sino que la invitación es, primero a hacernos cargo de que estamos habitando un mundo muy complejo, hipersensible, fragilizado y tensionado a nivel sistémico, y que, por tanto, lo segundo es hacernos cargo de nuestra propia salud mental y la forma en la cual conciliamos nuestra vida laboral (sea doméstica o fuera de casa) con la vida familiar.

Cuidado de la salud mental durante las vacaciones de invierno - Consejos para padres y cuidadores

Las vacaciones son necesarias y ojalá las organizaciones laborales fueran conscientes de estas cifras y propiciaran también que las y los adultos cuidadores se tomaran un descanso invernal junto a sus hijo/as o niño/as a cargo en invierno. Para que ese tiempo sea de descanso real, van algunas recomendaciones.

• Si tiene la suerte de permiso laboral, aproveche de ESTAR con sus hijo/as o niño/as a cargo. Trate de no estar conectado al celular y haga cosas que normalmente no hace. No se requiere que viaje, sino que tenga rutinas distintas, que incluyan el juego, películas, pijamadas, conversaciones, según la edad y gustos de su hijo/a o niño/a o joven cargo.
• Sino tiene esta fortuna, puede armar rutinas de apoyo con padres y madres o cuidadores amigo/as de sus hijo/as, posibilitando se vean y se junten presencialmente. Recuerde que el contacto online NO reemplaza lo virtual. Esto es nutrición afectiva y relacional. También el contacto con abuelo/as y la familia extensa es muy recomendable.
• Si está separado del padre o madre de su hijo y éste tiene vacaciones y su hijo/a quiere salir con él o ella, deje que vaya! No haga que por un problema en la relación con su ex pareja, se pierda un tiempo para que su hijo/a “cambie el telón de fondo”, vea otras personas o comparta con otros niño/as.
• Si trabaja fuera de casa, hable con su empleador, y a la vez, mientras escribo esto, pienso en que, si esto lo lee una jefatura, posibilite por favor que aquellos colaboradore/as con hijo/as o niño/as o jóvenes a cargo, tengan más flexibilidad en el periodo de vacaciones de éstos. Pensemos de modo colectivo, comunitario, en red, si deseamos por fin transformar la cultura individualista, exitista y competitiva, que nos ha llevado al lugar que estamos.
• Por último, si no hay flexibilidad alguna en su organización laboral, intente que la persona y ojalá las personas que lo apoyarán estas semanas sin colegio, no posibiliten que su hijo/ este todo el día conectado a las pantallas. Hable con estas personas de las implicancias de no regular, que hemos abordado en columnas anteriores

¡Por una infancia más saludable!

Por Viviana Tartakowsky Pezoa, Directora Escuela Psicología de la Universidad Bernardo O´Higgins