Los datos disponibles sobre siniestros de tránsito en Chile son alarmantes: 2022 cerró con 84.731 accidentes, una cifra superior a las registradas en 2020 y 2021, cuando se contabilizaron 64.707 y 80.752 respectivamente, todo esto en plena pandemia. Pese a ello, 2017 sigue siendo el periodo con más siniestros viales del último tiempo, con 94.879.
Es por esto que los distintos actores de la movilidad en el país deben redoblar los esfuerzos este 2023 para lograr disminuir estas oscuras estadísticas. En este escenario, la empresa privada también tiene mucho que entregar. Auter, compañía chilena de sistemas de control de tránsito, es un ejemplo de cómo realizar aportes para resguardar a la población.
A través de la innovación, la empresa no solo se dedica a comercializar su producto más reconocido, los semáforos, sino que también ofrece una completa gama de soluciones tecnológicas, muchas de ellas de elaboración propia.
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“Es relevante no solo dedicarse a importar productos, sino que también, a desarrollar tecnologías dentro del país. Eso permite muchas veces entregar soluciones y servicios 100% personalizados”, señala Alfonso Moral, gerente general de Auter.
Un sistema que reduce accidentes
“La primera función del semáforo es la seguridad”, apunta Moral. Sin embargo, esta importante herramienta no es lo único que necesita un sistema vial para garantizar la seguridad de conductores y peatones.
En este sentido, explica que un sistema completo debe integrar otras soluciones, como lo son los radares pedagógicos de velocidad, los fotoradares, las cámaras de vigilancia, contadores vehiculares, entre otros.
Los radares pedagógicos de velocidad captan la velocidad de circulación de un vehículo y le informan al conductor más adelante los km/h. Son muy útiles para crear conciencia en áreas donde habitualmente se exceden los límites de velocidad.
En esta línea, los fotorradares son capaces de detectar si un vehículo no respeta la velocidad máxima permitida y tomar una captura de su patente. De igual manera, es capaz de realizar una captura cuando un conductor se salta una luz roja.
Por otra parte, los CCTV de control de tránsito son cámaras especializadas en el monitoreo de la actividad vial, por lo que tienen un zoom muy potente y amplio alcance.
Finalmente, los contadores vehiculares son dispositivos que registran cuántos vehículos pasan por una determinada calle o intersección. Son muy útiles al momento de realizar informes estadísticos o estudios de justificación de semáforos.
Una de las grandes ventajas de los sistemas de Auter es que pueden ser monitoreados al mismo tiempo desde una aplicación: “Nuestros ingenieros informáticos desarrollaron SIMAC, plataforma accesible en PC y teléfonos móviles, que permite saber el estado de los productos a tiempo real. En este sentido, si uno está fallando, un equipo acudirá de inmediato a intentar dar solución al problema”, explica Alfonso Moral.
Los desafíos de la nueva Ley CATI
Una de las tecnologías más útiles de Auter en la prevención de accidentes, además de los semáforos, son los fotorradares. Se trata de potentes cámaras con la tecnología suficiente como para analizar el actuar de varios conductores a la vez. Su amplia resolución permite capturar la patente de un vehículo infractor, sin importar la velocidad a la que se conduzca.
Este tipo de tecnología será muy útil para la Ley CATI, que se encargará de fiscalizar los excesos de velocidad y omisión de luces rojas mediante el uso de cámaras. “Existirán zonas señalizadas para el uso de radares para infraccionar. En el caso de que un conductor incumpla la norma, la cámara realizará una fotocaptura y los antecedentes serán enviados al Ministerio de Transportes, donde posteriormente emitirán la multa”, detalla el experto.
Actualmente, antes de la aprobación de la nueva ley, solo se infraccionaba de la misma forma cuando un conductor no respetaba la restricción vehicular o circulaba por una vía exclusiva para transporte público. Con CATI, se espera una reducción importante en la cantidad de muertes viales, las que en Chile en promedio llegan a las 5 al día. Países como Francia, Australia, España y México han tenido buenos resultados con medidas similares.