Crónica
25 de agosto de 2022«La gente se imagina relaciones sexuales no consentidas»: Felipe Berríos rompió el silencio
El jesuita reaccionó a la investigación en su contra que estableció "la verosimilitud de actos de significación sexual de distinta relevancia".
Por Alejandro Villegas Cortés
El sacerdote jesuita Felipe Berríos reaccionó a los resultados de la investigación canónica en su contra, donde se le acusa de cometer hechos de connotación sexual.
A través de una declaración, la Compañía de Jesús informó que se estableció «la verosimilitud de actos de significación sexual de distinta relevancia».
El escrito precisó que la conducta del cura Felipe Berríos «habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes».
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No oyeron a testigos
Por medio de un comunicado, Felipe Berríos negó las acusaciones que se le imputan.
“No diferencia entre las cuatro denunciantes y los tres relatos de otras personas, y no explica la diferencia entre que un hecho sea verosímil y que este realmente haya ocurrido”, señaló el jesuita.
“Tampoco aclara que un número importante de los 40 testigos que menciona concurrieron para dar testimonio de no haber observado nunca conductas impropias de mi parte”, agregó.
Desde su soledad, insistió el sacerdote»he podido conocer en detalle las cuatro denuncias y los tres relatos que finalmente se presentaron ante la investigadora canónica».
E hizo hincapié en que «ninguna (de las denuncias) ha sido llevada a la justicia”.
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Niega acusaciones sexuales
El religioso Felipe Berríos reiteró que “salvo una, desconozco las historias de vida de las denunciantes”.
E insistió en que es inocente de todas las acusaciones de índole sexual.
“La sola expresión ‘actos de significación sexual’ es muy compleja, pues la gente se imagina relaciones sexuales no consentidas y horrores de ese tipo”, dijo.
“De lo que se me acusa es de conductas impropias, como lenguaje inapropiado, hablar de temas que supuestamente no corresponderían a un sacerdote», precisó.
Y a modo de ejemplo enumeró que también se le culpó de «abrazos y supuestas tocaciones de muslos y glúteos”.
Finalmente, el jesuita señaló que “nunca me he aprovechado de mi posición de sacerdote»
«Al contrario, siempre he tratado de ser muy horizontal y he luchado contra las formas jerárquicas de la Iglesia, como que me traten de ‘padre’ «, concluyó.