La ministra de Bienes Nacionales, Viviana Toro, estuvo al borde de la muerte producto de un accidente doméstico que se produjo al atorarse con un trozo de carne.
Según narró Meganoticias.cl, la secretaria de Estado debió actuar rápidamente para evitar un desenlace fatal mientras realizaba trámites en su propio trabajo.
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Cuenta el sitio antes mencionado que la ministra Viviana Toro debió “actuar evitó un mal mayor al practicarse a sí misma la maniobra de Heimlich, lo que le salvó la vida”.
Ensalada griega
De acuerdo al relato de la ministra Viviana Toro, gran parte de la tragedia que experimentó se debió a que come mientras trabaja para ganar tiempo.
Fue así que el martes pasado se desató el siniestro, cuando la autoridad pidió para almorzar una ensalada estilo griega con cerdo, que terminó siendo casi mortal.
La secretaria de Estado recuerda que estaba afinando los detalles de la búsqueda y selección de terrenos para la construcción de viviendas, cuando al ingerir un trozo de cerdo se le atascó en su garganta, sin poder respirar.
"Como estábamos apurados, no fui muy consciente de que tenía que masticar y me atraganté", recordó Viviana Toro en entrevista con LUN.
"Traté de tragar y eso hizo que me atorara más y me asusté, porque nunca me había pasado", recordó la autridad, detallando que un asesor presenció la situación y corrió a pedir ayuda:.
Maniobra de Heimlich
Aunque desconoce los procedimientos de primeros auxilios, Viviana Toro recordó una salida con su padre a un restaurante, donde a una persona le pasó lo mismo y le practicaron la maniobra de Heimlich.
"Hice lo mismo, pero esta vez sola. Tenía la idea de cómo se podía hacer y lo intenté, porque no podía hablar para pedir ayuda. Presioné mi estómago con fuerza contra el respaldo de mi silla para intentar liberar mi garganta y que el bulto saliera expulsado", narró sobre la terrible experiencia.
Mucha angustia
Afortunadamente, la situación tuvo un final feliz y tras ejecutar la maniobra la ministra pudo expulsar el pedazo de carne. Justo cuando se salvó a sí misma, que entraron a socorrerla.
"Producto de la desesperación, porque me estaba ahogando de verdad. Luego de liberarme, empecé a reír, quizá de nervios, pero fue un momento muy angustiaste", confiesa la ministra.