• 20 ABR DE 2024

Estallido social: investigación revela que Carabineros gastó 17,4 millones de dólares en armas no letales

a_uno_1223598.jpg | Agencia Uno

El arsenal comprado constó de granadas químicas, perdigones, cartuchos lacrimógenos, escopetas e incluso blindados antidisturbios.%26nbsp;

Tras a una investigación periodística internacional se solicitó información vía Ley de Transparencia, la cual concluyó que Carabineros de Chile gastó más de US$ 17 millones en armas no letales y vehículos antidisturbios, desde que se dio inicio al estallido social en 2019.

En la investigación participaron medios como el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, diario El País de América, Interferencia de Chile y Noticias Telemundo de Estados Unidos, entre otros. 

La recopilación de datos evidenció el exponencial aumento del negocio de armas no letales en Chile tras la crisis social en el país.

 


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¿En qué gastó la institución?

Según lo detallado, se destaca que en apenas cinco meses y mediante al menos 34 órdenes de compra, la institución adquirió armas no letales por un total de 8.290.922 de dólares, 23 veces lo desembolsado entre 2018 y 2019, previo al estallido social.

El arsenal comprado por Carabineros constó de granadas químicas, perdigones, cartuchos lacrimógenos, escopetas e incluso blindados antidisturbios. 

El costo total aumenta a 17,4 millones de dólares de armamento no letal, cuando se incluyen lanza aguas y lanza gases. De esta manera, el gasto total en renovación de flota de vehículos asciende a un total de 6.323.302 de dólares.

 

 

 

¿A quiénes les compraron?

Las empresas que figuran entre los principales proveedores de productos pertenecen a Estados Unidos, España y Brasil, a través de Cóndor Tecnologías No Letales. Carabineros compró armas por 6,5 millones de dólares entre 2019 y 2021.

Cabe destacar que una de las armas producidas por esa empresa es la Cóndor GL-203 L, modelo utilizado por el excapitán Patricio Maturana, el día que disparó a la senadora Fabiola Campillai

Sin embargo,  ese armamento fue objetado por la Policía de Sao Paulo, por un exceso de peso en dichos cartuchos. Esto interfería su correcto funcionamiento, de modo que  existía un riesgo en la vida de las personas.