Con una mezcla de sensaciones se retiró Sebastián Piñera del Congreso. Los aplausos de sus partidarios y, en general, del ahora ex equipo de colaboradores retumbaban en el Congreso, también otra voces de mujeres lo repudiaban con duros epítetos.
“¡Nazi!”, “Libertad para los presos de la revuelta!” y hasta un “¡Asesino!” se oyeron en medio de los flashes. Pero Piñera caminó estoico, con la sonrisa dibujada y tomando fuertemente de la mano a Cecilia Morel.
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Esta es la camioneta particular de Piñera, que él mismo se fue conduciendo.
Karla Rubilar fue una de las invitadas de Piñera al asado particular en Casablanca. Fotos: Juan Pablo Carmona
Una vez afuera del Congreso, hasta donde llegó sólo su hija Magdalena como representante de la familia para verlo entregar el cargo por segunda vez en la historia, el ahora ex mandatario abordó su camioneta particular. Y sin chofer, incluso, él mismo la condujo mientras recibía algunos aplausos que provenían de sus ahora ex colaboradores.
Según comentaron, justamente, parte de sus ex ministros, Piñera organizó un asado particular en Casablanca, como lo dijo al pasar Rodrigo Delgado, ex ministro del Interior.
como anécdota, varios lo vieron irse con la banda presidencial antigua. No la entregó en una ceremonia que fue corta, pero precisa.