• 24 ABR DE 2024

Empresas hoy: Rol social y participación femenina

Agencia Uno | Agencia Uno

“Cuando la gente va a trabajar, no debería dejar sus corazones en casa”. La frase es de la autora estadounidense Betty Bender y grafica muy bien el cambio que están viviendo las compañías de todo el mundo en su forma de relacionarse con sus equipos.

Hasta hace algunos años, las empresas sólo estaban preocupadas de generar rentabilidad y mostrar a fin de año cifras positivas de crecimiento que ojalá superaran a la competencia. Pero las prioridades cambiaron y el sector privado debió adaptarse a ello. Hoy es impensable que una firma tenga éxito si no suma en esta cruzada a sus trabajadores, y esto va mucho más allá de una simple declaración de intenciones. Poner a las personas al centro implica preocuparse de su calidad de vida, bienestar y acompañarlas. Como dice la frase del inicio, tratarlas como seres integrales donde la esfera operativa o profesional es una parte del resultado final.

Son muchas las acciones que pueden ejecutarse para llegar a este objetivo y que pueden convertir al talento de una compañía en su capital más importante, y a la vez también un elemento diferenciador. Desde mi experiencia laboral en una consultora tecnológica, he podido ver en la práctica cómo las plataformas tecnológicas de última generación funcionan como puentes que humanizan las relaciones dentro de las empresas y a la larga, contribuyen a una sociedad más conectada e inclusiva.

Un ejemplo muy concreto es lo que ocurrió desde el surgimiento de la pandemia. Trámites presenciales que antes quitaban tiempo y generaban frustración en las personas cuando no obtenían la respuesta que necesitaban, hoy pueden resolverse a través de simples pasos que no arriesgan, ni exponen la seguridad de los trabajadores, y les permiten contar con información actualizada y certera. Un ejemplo de esto pueden ser las funcionalidades y facilidades que entregan algunas plataformas con las cuales se pueden solicitar préstamos mediante evaluación virtual, reembolsos de gastos de salud o la gestión de becas de matrículas, todos procesos que alivianan los gastos propios del día a día y el incremento que supusieron algunos por la emergencia sanitaria.


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Creo también que este vuelco a lo más humano dentro de las empresas no hubiera sido posible sin la incorporación laboral femenina en todas las áreas y no únicamente en aquellas que requieren habilidades más blandas. En los últimos años hemos visto un cambio de mentalidad donde las mujeres estamos demostrando que podemos llevar un buen liderazgo a nivel gerencial, estratégico, administrativo y también en el trato con los equipos por la visión integral que somos capaces de aportar.

La inclusión y el cambio social son más que simples tendencias y el sector privado debe considerarlo en cada paso que dé a futuro. La tecnología, la innovación y las nuevas herramientas que se incorporen deben incluir este aspecto entendiendo que una buena relación entre trabajadores y empleadores es clave para el óptimo funcionamiento a corto y largo plazo.

Cuando una organización se preocupa de las personas y existe empatía durante cualquier fase de cambios, los servicios evidentemente son mejores, porque el equipo humano se siente satisfecho y proyecta eso en su trabajo diario. Prácticas como feedback constante entre jefaturas y los y las trabajadoras, actividades de capacitación continua, incentivos laborales, dinámicas de trabajo en equipo, conocerse entre otras áreas, facilidad de acceder a estudios, créditos, reubicación laboral según necesidades, por mencionar algunas prácticas. Los y las colaboradoras que se sientan más acogidos, escuchados y motivados, serán más productivos y felices.  Y ahí es donde todos debiéramos seguir enfocándonos.