El nuevo pontífice de la Iglesia Católica, León XIV, nació en Estados Unidos, pero también es peruano por opción. Robert Francis Prevost, elegido papa este jueves, adquirió la nacionalidad peruana luego de años de trabajo eclesiástico en la región norte del país, donde dejó una profunda huella en la comunidad local.
Nacido en Chicago en 1955, Prevost se unió a la vida religiosa en 1977 y fue ordenado sacerdote en 1982.
Tres años después, en 1985, inició su primera misión en Chulucanas, Piura. Esa experiencia marcó el inicio de una relación continua con el Perú, país al que regresaría en varias oportunidades.
En 2014, el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo. En aquel entonces, Robert Prevost manifestó públicamente su intención de nacionalizarse peruano como muestra de compromiso con la comunidad.
Ese mismo año obtuvo el Documento Nacional de Identidad (DNI) peruano, y en 2015 fue consagrado como obispo de Chiclayo. Durante su gestión, se destacó por su cercanía con los fieles y la promoción de iniciativas pastorales.
La nacionalización peruana se formalizó tras su nombramiento en estos cargos, como parte del cumplimiento de uno de los concordatos entre la Santa Sede y el Estado peruano.
Entre 2018 y 2023, Robert Prevost integró la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), en la que ejerció como vicepresidente segundo. Asimismo, fue administrador apostólico del Callao entre 2020 y 2021.
Con esta doble nacionalidad, el papa León XIV se convierte en el primer pontífice que ostenta la ciudadanía peruana, un detalle simbólico que refuerza la diversidad del liderazgo eclesial en el siglo XXI.