¿Cuánto ganará el nuevo Papa?: La verdad sobre el sueldo de León XIV

Robert Francis Prevost fue ungido como el sucesor de Francisco.

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Nuevo Papa / FUENTE: Redes Sociales

Minutos después del mediodía en Chile, se oficializó la elección del nuevo Papa, el cuál fue electo a través del cónclave donde se reunieron 133 cardenales, discutiendo quién sería el nuevo líder de la iglesia católica.

Cabe recordar que el denominado León XIV, llegará a reemplazar al fallecido Papa Francisco, quién llevaba 12 años y 39 días en el cargo más importante del Vaticano.

¿CUÁNTO GANARÁ EL NUEVO PAPA?

Once días después del funeral donde asistieron casi medio millón de personas, se inició el característico cónclave para elegir al nuevo represéntate de la iglesia católica. Cabe destacar que ningún pontífice a sido electo el primer día, manteniéndose la tradición este año.

Ahora bien, el dinero que recibe el Papa siempre ha sido un tema rodeado de misterio, considerando que los pontífices tienen a su disposición todo lo necesario para subsistir.

Sin embargo, existen ciertos registros que permiten deducir las cantidades de dinero que reciben. 

En primer lugar, según la revista estadounidense, Vanity fair, Benedicto XVI, quien sostuvo el cargo entre 2005 y 2013, recibía un sueldo de 2.500 euros al mes, que transformados al día de hoy a pesos chilenos son unos $2.668.775.

Ahora bien, el Papa Francisco entregó una versión totalmente distinta, donde la explicó a través del reconocido documental 'Amén. Francisco responde' que: "A mí no me pagan nada. Cuando necesito plata para comprarme zapatos o así, la pido. Yo no tengo sueldo".

A mí eso no me preocupa porque sé también que me dan de comer gratis. Cuando tengo que hacer un gasto un poco más caro, tato de no cargar nada a la Santa Sede y de pedir a algunos que me ayuden. Pero, en general, el modo de vida es bastante honesto y de un empleado de medio nivel", afirmó el Papa Francisco, caracterizado como un hombre sencillo.

TERCERA TEORÍA

No obstante, existe una tercera versión, donde se asume que el sumo pontífice no cobra un sueldo, ya que su labor no se considera un empleo, sino un servicio espiritual y pastoral a la Iglesia Católica. No está sujeto a un contrato laboral como el resto de los trabajadores, y su rol está más vinculado a la vocación que a lo económico.