Tras el fallecimiento del Papa Francisco, el lunes 21 de abril a los 88 años, la Iglesia Católica entró en el período denominado Sede Vacante, tiempo que transcurre entre la muerte o renuncia del Papa y la elección de su sucesor.
En este escenario, este miércoles 7 de mayo se dará inicio al cónclave en el que los cardenales elegirán al próximo Sumo Pontífice, generando la expectación de todo el mundo.
Para indicar que los cardenales han elegido a un nuevo papa se utiliza la práctica del uso de humo, que se remonta al siglo XIX. Esto es un indicio para quienes están fuera de la Capilla Sixtina. La única señal al exterior de cómo va la votación proviene de la quema de las papeletas, que se realiza después de cada sesión.
El humo negro es señal de que ningún candidato ha recibido la mayoría de dos tercios de los votos para ser elegido.
Y si lo que se vislumbra es el humo blanco, es un indicador de que los cardenales han llegado a un consenso y ya han elegido un nuevo papa.
Utilizan dos estufas
Hay dos estufas instaladas en la parte trasera de la Capilla para alimentar el humo a la famosa chimenea.
Mientras que una estufa tradicional dentro de la Capilla Sixtina es usada para quemar las papeletas tras una sesión de votación, otra estufa se utiliza para generar el humo distintivo: blanco o negro.