Mientras el presidente de Argentina, Javier Milei, se encuentra en un viaje en Israel, el congreso discutía la "Ley Ómnibus", controvertido plan de más de 300 reformas que iniciaba el proyecto de privatización de empresas públicas.
Muchos de los artículos del paquete de reformas fueron rechazados por el congreso, lo que afectó de gran medida a la bolsa doméstica de Argentina, la que cayó más del 5% el miércoles 7 de febrero.
El peso argentino cayó más del 3%; los bonos en la plaza extrabursátil el 1,2% y el indicador de riesgo del país subió de 52 puntos base a 2.395.
Desde Israel, el presidente se refirió a esto y denominó a los congresistas que votaron en contra el paquete como "traidores" y afirmó que el gobierno va a continuar con su programa, "con o sin el apoyo de la dirigencia política que destruyó nuestro país".
"Todas las herramientas constitucionales están siendo evaluadas", mencionó el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa en la que trató de trasmitir calma.
"El país sigue en marcha, el déficit cero sigue siendo nuestra prioridad. En algún momento la ley va a transformarse en realidad. Esto nos retrasa un montón de regulaciones y libertades (...) pero ese futuro va a llegar igual", agregó.
Quien también mencionó que todos los mecanismos están siendo evaluados. La coalición del presidente solo cuenta con 38 de los 257 escaños en el congreso y 7 de 72 en el senado, por lo que hasta ahora, Milei se ve en la obligación de conversar acuerdos.