El ataque sin precedentes de Hamás contra territorio israelí ha causado ya más de 600 muertos, mientras que según el gobierno liderado por Benjamín Netanyahu en Tel Aviv, el número de heridos asciende a más de 2.000, de los cuales 200 están en estado crítico.
Las principales causas que generan el conflicto
El antisemitismo que padecía el pueblo judío en diferentes países de Europa, a finales del siglo XIX y en el comienzo del siglo XX, dio razón y fuerza al movimiento sionista, que defendía la necesidad de establecer un Estado judío.
La migración judía, impulsada en parte por el movimiento sionista, empezaba a revelar las primeras resistencias entre la población local de la región de Palestina.
En aquella época, esta región localizada entre el afluente del Jordán y el mar Mediterráneo, formaba parte del Imperio Otomano y estaba habitada, en su mayoría, por poblaciones árabes y, en menor proporción, por comunidades musulmanas.
Tras la desintegración del Imperio Otomano, como resultado de la Primera Guerra Mundial, Reino Unido recibió el encargo de la Liga de las Naciones para administrar este territorio.
Sin embargo, la administración británica gestó los primeros enfrentamientos bélicos en la zona, porque se comprometió con grupos árabes y judíos a reconocerles tierras y soberanía a ambos, compromisos que no era realizables porque previamente ya había una repartición del territorio con Francia. Por lo que se registraron los primeros enfrentamientos entre nacionalistas árabes y judíos, a través de grupos paramilitares judíos y bandas árabes, de acuerdo con BBC.
El fin de la Segunda Guerra Mundial reforzó el clamor de los grupos sionistas y aceleró los planes de repartición del territorio. De esta manera, en 1947 se votó en la ONU la resolución 181, que reconocía la necesidad de dividir este territorio en dos Estados independientes, y estableció la administración internacional de Jerusalén y de los lugares religiosos, considerados sagrados por el catolicismo, el judaísmo y el Islam.
Surge un nuevo estado
Un día antes de que expirara el mandato británico en la región palestina, el 14 de mayo de 1948, Israel proclamó su independencia.
Menos de 24 horas más tarde, los ejércitos de países vecinos como Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Irak invadieron Israel. Este fue el primer conflicto que enfrentó el Estado israelí y mostró las principales debilidades y retos que debería enfrentar en materia militar y estratégica, en una región que se resistía a reconocerlo.
Desde la visión palestina, el nacimiento de Israel como Estado, representa la "Nakba", también llamada "destrucción" o "catástrofe". Cerca de 800.000 palestinos, según BBC, se exiliaron en países vecinos o fueron expulsados por tropas judías.
Tras la declaración de independencia, los enfrentamientos entre árabes y judíos continuaron.
Acuerdos que no han logrado la paz
Con la constitución del Estado de Israel y el desplazamiento de palestinos de territorios anteriormente habitados, los movimientos nacionalistas palestinos empezaron a reagruparse en las zonas de Cisjordania, Gaza y en los campos para refugiados creados en Jordania y Egipto.
Estos lugares, a su vez, se convirtieron en los principales puntos de acción de organizaciones armadas, consideradas terroristas por Israel.
El reconocimiento de un estado islámico
En 2012, la ONU brindó reconocimiento a Palestina como "Estado observador no miembro". Este cambio, en la práctica no implica que Palestina cuente con un escaño y reconocimiento pleno por parte de este organismo multilateral, pero brinda mayor visibilidad y participación en las discusiones. Además, abre la puerta a que Palestina pueda recibir apoyo de agencias de la ONU.
Sin embargo, el poder de veto de Estados Unidos, el mayor aliado histórico de Israel, en el Consejo de Seguridad bloquea un avance hacia el reconocimiento pleno de Palestina en las Naciones Unidas. También, en 2012, este país de América del Norte se convirtió en el primero en el mundo en reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
En el plano del derecho internacional se ha impulsado el reconocimiento de Palestina por parte de países del ‘sur global’, se destaca una campaña impulsada por la Liga Árabe conocida como “Palestina 194”, que pretendía impulsar la votación a favor en la Asamblea General de la ONU.
La violencia de Hamás
Hamás es una organización palestina que se declara como yihadista, nacionalista e islamista. No reconoce a Israel como Estado. El objetivo de Hamás es crear un Estado palestino fundamentalista islámico.
La organización radical se distancia de la opositora Organización para la Liberación de Palestina (OLP), precedida de Yasir Arafat, porque a diferencia de la OLP, niega el reconocimiento del Estado israelí.
Hamás se compone de varios grupos militares, según DW, entre ellos las Brigadas Qassam, que han realizado varios atentados suicidas contra Israel en los últimos años. Además, la organización cuenta con un partido político y organizaciones de ayuda humanitaria.
Este grupo, denominado como terrorista por parte de Israel, la Unión Europea, Estados Unidos y algunos países árabes, fue fundado en diciembre de 1987, en los territorios palestinos tomando como inspiración a los Hermanos Musulmanes, otro grupo armado radical, de su vecino Egipto.
El actual líder de Hamás es Ismail Haniya. Fue elegido en 2017 y reelegido en 2021. El 14 de junio de 2007 el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, lo destituyó y fue sustituido por Salam Fayyad, exfuncionario del Fondo Monasterio Internacional. Haniya no admitió la destitución y continúa gobernando de facto la Franja de Gaza.