Preocupación mundial generó el ataque que sufrió la planta nuclear de Zaporiyia, ubicada en Energodar, Ucrania. Si hasta se habló de una nueva catástrofe atómica y que sería peor que Chernóbil.
Esta construcción se considera la planta nuclear más grande de Europa y una de las mayores de todo el mundo, ya que posee un total de seis reactores del tipo VVER-1000, los cuales funcionan con agua presurizada y pueden producir entre 40.000 y 42.000 millones de KWh de potencia.
En el detalle esto representa una quinta parte del abastecimiento anual promedio de electricidad en el país. Los reactores tienen una duración de entre 40 y 60 años, pero por los ataques de las últimas horas se decidió desconectar cinco de seis reactores.
“El personal de la central continúa trabajando en sus puestos, los equipos operativos monitorea el estado de las unidades de potencia y aseguran su funcionamiento de acuerdo (...) se realizan recorridos para identificar cualquier daño en el sitio”, indicó el Comité Regulatorio Estatal de Energía Nuclear de Ucrania.
 
¿Cuál es la diferencia con Chernóbil?
A diferencia de la planta nuclear de Chernóbil, la de Zaporiyia cuenta con todas las medidas de resguardo gracias a los avances tecnológicos en seguridad, e incluso, es considerada la primera instalación de este tipo que ha superado con éxito las etapas de revisión y aprobación del diseño, exigidas por la legislación nuclear nacional.
Además, la planta ucraniana fue una de las pioneras en tener un sistema de almacenamiento en seco de combustible gastado y que básicamente, consta de 380 contenedores destinados a guardar los desechos que se generarán durante la vida útil general del establecimiento.
Muy por el contrario con lo que pasó en Chernóbil que contaba únicamente con cuatro unidades equipadas con reactores tipo RBMK-1000, los cuales operaban con agua en ebullición que utilizan uranio ligeramente enriquecido y se moderaban con grafito, en tanto que una mezcla de nitrógeno y helio circulaba entre los bloques para impedir su oxidación.