A dos bandas está la cosa en Ucrania. Mientras el Kremlin se abrió a mandar una misión para llegar a una salida negociada, Vladimir Putin activó otra jugada maestra, donde llamó el ejército ucraniano a derrocar al actual gobierno, al que trató de estar integrado por “drogadictos” y “neonazis”.
“Me gustaría dirigirme a los hombres del Ejército ucraniano, no permitan que estos nacionalistas usen a sus mujeres, a sus hijos, a sus ancianos como escudos humanos”, dijo Putin en un mensaje recogido por la cadena de televisión rusa RBC.
“¡Tomen el poder en sus manos! Por lo visto con ustedes será más fácil negociar con ustedes que con esta pandilla de drogadictos y neonazis de Kiev que han tomado a todo el pueblo ucraniano como rehén”, agregó el líder de Moscú.
En sus declaraciones, Putin además aprovechó de "elogiar la eficacia de las Fuerzas Armadas rusas, han estado actuando de manera honorable y heroica para proteger al pueblo ruso y su patria".