Sin lugar a dudas Naya Fácil se ha transformado en todo un personaje en las redes sociales, donde ya tiene más de 900 mil seguidores en una de sus cuentas de Instagram. Ya que constantemente tiene que activar otras debido a los cierres de sus redes oficiales.
Es que la joven oriunda del sur de Chile ha ganado adeptos debido a su particular forma de ser, y cada uno de los videos que comparte donde muestra parte de su día a día sin tapujos. Fue así como este viernes la influencer compartió la felicidad de haber recibido su licencia de conducir, después de haber estado realizando su curso de manejo con mucho esfuerzo.
"Oficialmente, tengo mi licencia de conducir (...) No es movida (obtener el documento), es totalmente legal. Esto es muy importante en mi vida, soy adulta gente", expresó Naya Fácil en uno de los videos compartidos en su Instagram.
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Naya Fácil relató cómo dejó atrás la pornografía: "Vendí contenido por necesidad"
La influencer se acera al millón de seguidores en Instagram y hoy, desde el éxito de la promoción de productos, mira hacia atrás en sus inicios difíciles, incluso en la prostitución. Confesó que partió en los videos Triple X desde niña y que nadie le enseñó.
El mal rato
Pero su felicidad duró solo algunos segundos, ya que al poco tiempo de haber salido de recibir su licencia, Naya Fácil fue chocada por otro conductor, aunque por suerte solo tuvo algunos problemas en uno de sus espejos. "Me acaban de chocar el espejo", partió relatando.
"Me carga que anden apurados ¿Qué hago en ese caso? El hueón ni paró (sic.)", comentó bastante molesta la joven.
"La media inauguración. Qué rabia. Más encima el hueón ni paró. Y yo ahí, haciéndolo parar, gritándole: ‘señor, señor'. Me cargan estos feos culiaos (sic.). ¿Cuál es el apuro? Ojalá que tenga un pésimo día. Me da rabia cuando son así", sentenció Naya Fácil bastante molesta por lo ocurrido.
Cabe recordar que hace algunos días la influencer había ido a realizar su examen práctico de conducir, sin embargo lo habría reprobado. Aunque acusó haber recibido un mal trato por parte de quién le tomó la prueba cuando fue a realizarla.