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La mujer que se encarga de dar instrucciones a cientos de miles de conductores en el mundo, está próxima a lanzar "Tinta".
La voz de Susana Ballesteros es inconfundible, y cómo no, si es la voz oficial en español de la app de navegación asistida por GPS, Waze, que millones utilizan día a día.
Pero la española no solo ha construido una carrera basada en la locución y el doblaje, sino que además ha encontrado en la música un espacio íntimo y honesto para expresarse.
Recién en 2021, tras atravesar un importante proceso personal, decidió compartir su obra y abrir un nuevo capítulo como cantautora, que la ha llevado a lanzar varias canciones. Su próximo proyecto, "Tinta", verá la luz el 12 de septiembre.
En conversación con La Hora, Susana Ballesteros nos habla de su recorrido, de cómo pasó de ser "la voz que te lleva a tu destino" a una artista que invita a escucharnos a nosotros mismos.
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- ¿Cómo llegas a convertirte en la voz oficial de Waze en España y cómo recuerdas tú ese proceso?
- La verdad que fue un proceso largo, varios castings, varias pruebas. Y lo hice desde Los Ángeles. Yo vivo en Los Ángeles, a pesar de ser de Madrid. Llevo 19 años viviendo en Los Ángeles, trabajando como locutora, con mi agente, mi representante, etc. Y me llegan audiciones, y una vez me llegó una audición que no sabía muy bien para qué era, pero era un texto muy largo, y recuerdo que yo estaba resfriada. Lo hice desde casa, desde mi estudio de casa, y pasé a la siguiente prueba, y así. Al final me dijeron para qué era y me hice mucha ilusión. Porque también es mi familia, mi padre es conductor, mis tíos, mi abuelo. Entonces, es como estar en ese mismo gremio, pero a mi manera
- Esto te trajo también mucha popularidad, pero de una forma anónima a la vez, ¿qué significa para ti generar ese nivel de cercanía con tanta gente?
- Pues hay una parte de mí que todavía no se lo cree. Hay un invidente que me escribió en Facebook hace muchísimos años cuando todavía no se sabía que era yo, y que me había descubierto porque me había escuchado en un doblaje. Me mandó un mensaje precioso, y bueno, ahí me sorprendió muchísimo porque era el primer mensaje que yo recibía sobre la voz del GPS. Pero en general, cuando voy a un lugar y me habla la gente con tanto cariño, y casi que me agradecen por llevarle los sitios o por sentirse acompañados, etcétera. Siempre me sorprende y me halaga muchísimo. Me encanta, la verdad, ir de repente a cualquier lugar de Latinoamérica y meterme en un taxi y escuchar mi voz. Es una experiencia surrealista porque, claro, hay gente que no me conoce en un lugar donde yo no he estado nunca y escuchar mi voz en el día a día es bonito y una locura.
- Siempre has estado ligada a la música, pero estamos viendo más esta faceta musical ahora que vienes a Chile a proporcionar tu música. ¿Qué fue lo que te motivó para compartir tu música con el mundo?
- Fue un proceso interior, fue un proceso de crecimiento, de madurez, terapéutico. Yo empecé a hacer terapia hace cuatro años, cinco años, y me fui dando cuenta que yo estaba esperando a que alguien viniera y me diera permiso para presentar mis propias canciones. Yo llevo toda la vida estudiando música, practicando, haciendo ejercicios vocales y sentía como que nunca estaba lista del todo, que no era suficientemente buena o no tenía la voz de... no sé, como que había que tener algo especial, un no sé qué, que todavía no llegaba.
Y bueno, simplemente fue una decisión, dar el paso, de que "voy a lanzar mi música y voy a empezar eso, a compartir mis temas con el mundo". Y además, ha sido muy liberador porque las canciones hablan siempre de mí, es lo que yo necesito escuchar, como por ejemplo, "Ya me cuido yo", que fue mi primer tema. Es la canción que yo necesitaba escuchar, que es como, "deja de esperar que venga de afuera la validación, el permiso, deja de estar tan enfocada en lo que piensan los demás, en lo que se espera de ti y cuídate tú a ti misma". Bueno, ese tema me cambió la vida y no pensé, nunca me imaginé que iba a resonar con tanta gente.
- Tienes canciones como "Maravillosamente rara" o "Ya me cuido yo", que tienen mensajes de autenticidad, empoderamiento. ¿Qué lugar ocupa esa visión que tienes en tu identidad como artista? ¿Es el mensaje que quieres transmitir a las personas?
- Sí, pero no es que lo quiera transmitir conscientemente, es que es lo que yo necesito, es el proceso en el que yo estoy. Yo siento que lo más difícil casi en la vida es ser uno mismo cuando estás con otra persona, cuando estás con otros... mostrarte como eres tú y con los límites que necesitas. Es algo con lo que yo he trabajado muchísimo y que sin querer aparecen las canciones.
A veces estoy componiendo y me doy cuenta de frases que me emocionan o me sacan una lágrima y yo sé que va por ahí, que resuena conmigo. Entonces las canciones y la letra tienen que resonar conmigo. Y "Maravillosamente rara", cuando lo estaba componiendo, yo no estaba pensando en "soy rara". Tenía la melodía, pero no tenía la letra. Y me salió Maravillosamente rara y me emocioné. Terminé la canción y dije, "claro, yo me he sentido rara desde pequeña".
- En esta búsqueda de mostrarte a ti como persona, ¿quieres en algún momento que la gente te conozca más como Susana, que como la chica de la voz del Waze?
- A mí me gustaría, creo que con las canciones soy más yo. Es mi propio sentimiento, es mi propio ser puesto ahí de la mejor manera que sé. Con los trabajos de locución hay un guión, hay una dirección, hay un acento. Es otro tipo de trabajo, pero no soy tan yo. Entonces sí, me encantaría que me conocieran por Susana Ballesteros en mi totalidad, pero sobre todo por la música.
- Tu próximo single "Tinta" habla de la alegría que significa abrirse al amor. ¿Qué inspiró particularmente esta canción? ¿Fue alguna experiencia que viviste?
- Las canciones como "Ya me cuido yo" o "Respirar", son canciones que es como de vuelta a mí, poner la atención de nuevo en mí, qué necesito; en vez de estar pendiente de ¿dónde quieren que vaya? ¿Para allá? ¿Para acá? ¿Qué quieren de mí? Es volver a poner el foco en mí. Y esa ha sido una necesaria parte del proceso. Y llega un momento en el que me puedo abrir al otro, porque ya también me conozco lo suficiente como para ser yo con el otro.
Entonces en el estribillo digo "Y es que este brillo tiene mucho que ver contigo, y el hecho de que estés conmigo, qué bien me sienta quererte". Y eso de "qué bien me sienta quererte" es tan bonito, porque cuando uno ama de esa manera tan segura, ya no siento que me vaya a perder en la relación. Cuando uno ama sin miedo a perderse en la relación, es muy bonito estar abierto a ese amor. Entonces ese es el proceso. De estar ok, espérate, ¿quién soy yo? Y ahora estoy lista para abrirme.
- Susana, tu carrera es bastante completa porque combinas hartas áreas: el periodismo, la locución, el doblaje y ahora estás con la música. ¿Qué aprendizajes has podido sacar de cada área para poder construir tu nuevo camino?
- Un montón. Yo encuentro todo el tiempo sinergias que se cruzan y que me ayudan de una faceta a otra. Yo estudié periodismo, mi primer trabajo como periodista fue en una radio de música clásica porque toco el violín. Después, entrevistando en la Alfombra Roja a artistas, a cantantes, a directores de cine, me di cuenta de que pude ver la humanidad en ellos. Me di cuenta de inseguridades que ellos tienen, que no les obstaculizan el poder hacer arte. Es decir, yo, por ejemplo, sentía que cuando yo escribía una canción era tan hiper exigente con que el producto final fuera exacto a la idea inicial que me generaba como una especie de análisis, parálisis.
Me acuerdo preguntarle a Guillermo del Toro en una alfombra roja, en unos Globos de Oro, me parece que eran, que si su trabajo final era exactamente igual que la idea inicial, y me dijo "no, no, no, nunca pasa, nunca pasa". Y dije, ah, bueno, entonces todavía puedo seguir haciendo esto, porque a veces uno piensa, "ah, será que yo no tengo talento, será que no es para mí". Y no, la gente que lo hace también tiene sus inseguridades, sus miedos, etc. Y eso no es obstáculo para el éxito.
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