Pangal Andrade, actual participante de ''Ganar o Servir'', ha generado un intenso debate tras compartir sus opiniones sobre la paternidad y la crianza en una reciente entrevista.
El chico reality, conocido por su vida activa y conexión con la naturaleza, reveló su deseo de convertirse en padre junto a su pareja, Melina Noto, y ha expresado una fuerte preferencia por una ''crianza más tradicional''.
En esa línea, Andrade habló abiertamente sobre sus deseos de ser padre y cómo imagina criar a sus futuros hijos. "Quiero que no tenga pantalla", declaró, refiriéndose al uso excesivo de dispositivos móviles por parte de los niños en la actualidad.
En una entrevista para RojaBet, el deportista extremo no ocultó su desdén por lo que considera una crianza demasiado permisiva en los tiempos modernos. "Y me cargan los hueones mamones", expresó, señalando su desagrado por una paternidad excesivamente indulgente.
A pesar de esto, Andrade mostró un profundo respeto por su madre, a quien considera fundamental en su vida: "Para mí mi vieja es todo", sostuvo.
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Crianza a la antigua
Sin embargo, la reflexión sobre la crianza actual no se quedó en simples declaraciones. "Hoy en día no me gusta cómo crían a los niños; me gusta la crianza antigua, cómo me criaron a mí", afirmó con convicción.
En concordancia con la opinión de Pangal, los métodos de crianza contemporáneos carecen de la firmeza necesaria, lo que a su juicio ha llevado a una generación de niños menos respetuosos y más rebeldes.
"Hoy en día si le subes la voz al cabro chico, le dices algo, te funan", observó, lamentando que los padres actuales teman reprender a sus hijos por miedo a las críticas sociales. El ex finalista del reality compartió una anécdota que ilustra su punto de vista.
"A mí me gusta la crianza antigua, aunque me funen y me digan lo que quieran, es lo que es", insistió Pangal Andrade. Comparó la actitud de los niños de hoy en día con la suya propia cuando era pequeño, subrayando que jamás se le habría ocurrido faltar al respeto a su madre. "Nunca en mi vida le hubiera levantado la mano a mi vieja, gritado o dicho alguna grosería; hoy día los pendejos agarran a groserías a sus viejos", lamentó.