• 06 NOV DE 2025

Los MVP del fútbol asiático: talento, dinero y un nuevo mapa global del poder futbolístico

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Descubre quiénes son los jugadores más valiosos de las ligas de fútbol más importantes de Asia y Oriente Medio: de Mitrovi en Qatar a Retegui en Arabia Saudí, pasando por Lingard, Banza y Kawabe. Una mirada profunda al talento global que está marcando tendencia fuera de Europa.

Durante años, el epicentro del fútbol mundial estuvo claramente delimitado por Europa y Sudamérica. Sin embargo, el mapa está cambiando. Nuevas potencias emergen, nuevos destinos se vuelven atractivos, y nombres inesperados comienzan a brillar con fuerza en lugares donde antes solo se hablaba de promesas. El fenómeno es innegable: el fútbol asiático, impulsado por la inversión extranjera y el deseo de protagonismo internacional, está viviendo su propia revolución. Y en el corazón de ese cambio están los jugadores más valiosos de cada liga, los que encarnan ambición, negocio y espectáculo. 

Las ligas asiáticas también atraen el interés de los aficionados a las apuestas deportivas: usar ahora el código promocional de Betano, una excelente idea para profundizar en el conocimiento futbolístico del continente con una dosis extra de emoción. En cada rincón del continente, de Arabia Saudí a Japón, hay una estrella que simboliza una nueva era del fútbol global. No son simples cifras, son historias de reinvención y de impacto mediático. Este es un recorrido por los MVP de las principales ligas asiáticas, los hombres que están reescribiendo el equilibrio de poder en el deporte más popular del mundo.

Arabia Saudí: Mateo Retegui, el rostro del nuevo poder

El fútbol saudí vive un momento de esplendor sin precedentes. Desde la llegada de figuras de talla mundial como Cristiano Ronaldo, Benzema o Neymar, la Saudi Pro League ha pasado de ser una liga exótica a convertirse en uno de los epicentros mediáticos del planeta. Pero entre tanto brillo internacional, hay un nombre que destaca por razones futbolísticas puras: Mateo Retegui, el delantero italo-argentino valorado en 45 millones de euros, el jugador más caro de toda la competición.

Retegui, con apenas 25 años, combina potencia, instinto goleador y una mentalidad de trabajo incansable. Su presencia en el campeonato no solo aporta goles, sino también una dimensión competitiva distinta: simboliza la conexión entre la juventud europea y la ambición árabe. Mientras muchos veteranos llegan para cerrar su carrera, Retegui representa la nueva ola de jugadores en plena madurez que eligen Arabia Saudí no solo por dinero, sino por protagonismo. En un contexto donde los clubes saudíes quieren dominar Asia, su fichaje es tanto una declaración deportiva como política.


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Japón y Corea del Sur: Kawabe y Lingard, dos caminos opuestos hacia la relevancia

En el Japón del fútbol, la J-League sigue siendo un modelo de organización y desarrollo. Entre tantos nombres nipones que brillan, el más valioso hoy es Hayao Kawabe, mediapunta del país del sol naciente, con un valor de mercado de 3,5 millones de euros. Kawabe encarna la esencia del jugador japonés moderno: técnico, disciplinado y con una inteligencia táctica notable. Su papel en el crecimiento local es crucial, porque demuestra que no hace falta emigrar a Europa para consolidarse como figura. Su consistencia y liderazgo lo han convertido en un referente dentro y fuera del campo.

En cambio, la historia en la K-League surcoreana se escribe con un matiz completamente distinto. Allí, el nombre más valioso es el del inglés Jesse Lingard, tasado en 3 millones de euros. Su llegada fue un terremoto mediático: un exjugador del Manchester United desembarcando en Corea del Sur para reinventarse. Aunque su nivel futbolístico ha sido intermitente, su impacto comercial y su influencia en el crecimiento del interés internacional por la liga coreana son indiscutibles. Lingard simboliza la exportación inversa del talento: Europa enviando estrellas a Asia, en un proceso que hace apenas una década habría parecido imposible.

Emiratos Árabes Unidos y Qatar: el lujo como bandera

Si hay una región donde el fútbol y el lujo van de la mano, es el Golfo. En la Arabian Gulf League, el jugador más valioso es Simon Banza, delantero de la República Democrática del Congo, valorado en 14 millones de euros. Su presencia en los Emiratos Árabes refleja una tendencia clara: la búsqueda de futbolistas en plena madurez competitiva, capaces de ofrecer rendimiento inmediato. Banza es un delantero total, con olfato de gol y físico dominante, ideal para un campeonato donde la intensidad se mezcla con el espectáculo.

A unos pocos kilómetros, en la vecina Qatar Stars League, brilla con luz propia Aleksandar Mitrović, el goleador serbio que milita en el Al-Rayyan y está tasado en 18 millones de euros. Mitrović no solo marca goles; impone respeto. Su llegada desde la Premier League simbolizó la consolidación de la liga qatarí como un destino competitivo y económicamente irresistible. Tras un Mundial histórico para Qatar, el país busca mantener viva la llama futbolística, y Mitrović es su estandarte. En cada partido, su presencia recuerda que el fútbol en el Golfo no es solo negocio: es también una declaración de ambición deportiva.

Irán y Tailandia: talento oculto en mercados emergentes

La Persian Gulf Pro League iraní no suele estar en los titulares internacionales, pero su nivel técnico y su fervor popular son impresionantes. El jugador más valioso allí es Moussa Djenepo, extremo maliense de 2 millones de euros. Su velocidad y desborde añaden un matiz africano al fútbol persa, un campeonato que combina pasión, táctica y un nivel físico cada vez más alto. Djenepo representa la conexión entre África y Asia, dos continentes que comparten una misma necesidad: proyectar talento y encontrar escaparates más grandes.

En Tailandia, la historia tiene un tono brasileño. El MVP de la Thai League es Bissoli, delantero brasileño tasado también en 2 millones de euros. Su irrupción ha revitalizado la competición, aportando un toque de samba al ritmo del fútbol tailandés. Su estilo, más creativo y técnico que físico, ha enamorado a una afición que busca identidad y espectáculo. En muchos sentidos, Bissoli es el símbolo de cómo los jugadores sudamericanos encuentran en Asia un espacio donde volver a disfrutar del fútbol sin la presión de los grandes clubes europeos.

China y Uzbekistán: entre la reinvención y la consolidación

Hace apenas unos años, la Chinese Super League era sinónimo de despilfarro y estrellas europeas al ocaso de su carrera. Hoy, el modelo ha cambiado: menos dinero, más equilibrio y una apuesta por el talento regional. En este contexto brilla Alexandru Mitriță, mediapunta rumano valorado en 4 millones de euros, que se ha convertido en el jugador más valioso de la liga. Mitriță, con su regate y su visión de juego, encarna la evolución del fútbol chino hacia un proyecto más sostenible, pero sin renunciar a la calidad. Su rol es vital para mantener el atractivo competitivo del torneo.

Un poco más al norte, en la Uzbekistan Super League, el talento local empieza a florecer con fuerza. El MVP del país es Abdubokhid Nematov, futbolista uzbeko tasado en 1,5 millones de euros, ejemplo del progreso silencioso del fútbol centroasiático. Su crecimiento refleja el trabajo estructural que Uzbekistán está realizando en categorías juveniles, con una generación que promete sorprender al continente. Nematov no solo es el más valioso de su liga, sino también un símbolo de esperanza para una nación que sueña con clasificarse al Mundial.

Malasia y la expansión del modelo brasileño

En el sudeste asiático, el modelo brasileño de exportación de talento sigue marcando tendencia. En la Malaysia Super League, el MVP es João Figueiredo, atacante valorado en 2 millones de euros. Su impacto ha sido inmediato: goles, carisma y liderazgo. Figueiredo representa ese perfil de jugador que mezcla profesionalismo europeo con alegría sudamericana, un equilibrio perfecto para conquistar un público exigente y apasionado. Su presencia demuestra cómo las ligas del sudeste asiático están atrayendo futbolistas que, sin ser superestrellas globales, aportan calidad y espectáculo, elevando el nivel de toda la región.

Una nueva geografía del fútbol mundial

Los nombres cambian, pero la tendencia es clara: el fútbol ya no pertenece exclusivamente a Europa. En cada rincón del continente asiático, surgen figuras que, más allá de su valor de mercado, reflejan un fenómeno mayor: la globalización real del deporte. Desde los petrodólares saudíes hasta el crecimiento silencioso del fútbol uzbeko, cada MVP representa una pieza de un nuevo rompecabezas futbolístico. La riqueza económica, la infraestructura moderna y la apertura a jugadores extranjeros están transformando el panorama. Asia no solo quiere importar estrellas: quiere crear las suyas propias. Retegui, Mitrović, Lingard, Kawabe, Banza... todos son protagonistas de una era donde el fútbol se expande más allá de sus límites tradicionales. Y aunque Europa siga siendo el faro del talento, el futuro parece tener un nuevo punto cardinal: hacia el este.