Universidad de Chile se montó en guerra contra la ANFP a mediados de septiembre, luego que los azules remaran contra viento y marea, para reprogramar la final de la Supercopa frente a Colo Colo.
Finalmente el partido se jugó, la U se impuso 3-0, pero en Quilín no olvidan los obstáculos que presentaron los estudiantiles, y ahora todo indica, que le estarían pasando la cuenta.
Todo luego de la programación del clásico universitario frente la UC en el nuevo Claro Arena, fijado justo entre los dos partidos por semifinales de la Copa Sudamericana ante Lanús.
Los días 23 y 30 de octubre la U se medirá al cuadro granate, mientras que el domingo 26 el la escuadra de Gustavo Álvarez tendrá que dirigirse a la precordillera metropolitana para jugar a las 12:30 horas por la fecha 24 de la Liga de Primera.
Todo calza
Desde la ANFP se preocuparon que los tiempos calzaran a la perfección, en una decisión que ya ha generado molestia desde la U, considerando que los azules se encuentran representando a Chile en instancias finales de una torneo internacional.
Así las cosas, y de acuerdo a la coherencia de Gustavo Álvarez, los azules podrían jugar con un equipo alternativo ante la UC, como ya lo hicieron por ejemplo frente a Limache y La Serena, sin resultados positivos.