En una emotiva ceremonia realizada hoy en el Palacio de La Moneda, el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, y el Ministro del Deporte, Jaime Pizarro, recibieron a la nadadora chilena de aguas abiertas, Bárbara Hernández, conocida mundialmente como La Sirena de Hielo, y a su histórico entrenador Gabriel Torres, de 78 años, para rendirles un reconocimiento oficial por su destacada trayectoria deportiva.
La distinción se enmarca en la última y más desafiante proeza de Hernández: el doble cruce del Canal de la Mancha, nadando sin pausas durante 27 horas continuas, recorriendo 100 kilómetros entre Francia e Inglaterra. Esta hazaña la convierte en la primera mujer sudamericana en lograrlo y consolida su nombre entre las máximas referentes mundiales de la disciplina.
El Presidente Boric destacó la perseverancia, disciplina y compromiso de la deportista, así como el aporte de su carrera a la proyección internacional del deporte chileno. "Bárbara es un orgullo para nuestro país, no solo por todos los récords que ha alcanzado en distintos continentes incluyendo Antártica, sino que también por ser promotora de la protección de los océanos y la equidad de género en el deporte", manifestó el mandatario.
Durante la ceremonia también se reconoció la labor de Gabriel Torres, quien ha acompañado a Bárbara por más de tres décadas. Su trabajo constante, visión estratégica y dedicación lo han posicionado como uno de los entrenadores de natación más respetados a nivel mundial. Bajo su guía, Hernández ha batido récords, conquistado aguas extremas y llevado el nombre de Chile a los escenarios deportivos más exigentes del planeta.
Respaldo de su entrenador
Bárbara Hernández agradeció el reconocimiento, subrayando el papel fundamental de su entrenador: "Gracias al Presidente Gabriel Boric y al Ministro Jaime Pizarro por valorar el trabajo que hay detrás de cada logro. Han sido años de esfuerzo y constancia, construidos junto a un gran equipo. Hoy celebro especialmente a mi entrenador, Gabriel Torres, quien ha estado conmigo desde mis primeros entrenamientos, creyendo en mí incluso cuando las metas parecían inalcanzables. Esta es una historia de equipo y de amistad que ha perdurado toda una vida", dijo.
Por su parte, Torres expresó su orgullo y emoción: "He visto a Bárbara crecer, entrenar bajo hielo, soportar corrientes y fríos extremos. Ella es una de las más grandes nadadoras de aguas abiertas del mundo, y ser parte de su historia ha sido el mayor honor de mi carrera".
Por último, la sirena de hielo expresó: "Gracias a mi equipo que lo ha hecho posible de tantas formas, a cada uno de nuestros auspiciadores, también agradezco a mi familia y a todos los chilenos y chilenas por su amor e incondicionalidad. De intentos está hecha la vida, y este es uno más que logramos juntos".