Eduardo Vargas aterrizó este lunes en Santiago tras rescindir su contrato con Nacional de Uruguay, club donde tuvo una campaña irregular y no sumó muchos minutos en la última parte de la temporada.
El atacante chileno llegó acompañado de su esposa Juliana Peixoto, sus dos perros y varias maletas, lo que alimenta las expectativas de un regreso prolongado a nuestro país y, posiblemente, a Universidad de Chile, club donde fue figura y campeón de la Copa Sudamericana en 2011.
Aunque el delantero declaró que venía "de vacaciones", su llegada coincide con las negociaciones avanzadas para concretar su fichaje por los azules, que buscan reforzar su ataque para la segunda mitad del año.
El principal desafío para que "Turboman" pueda debutar en competencias internacionales es cerrar el acuerdo antes del viernes 11 de julio a las 17:00 horas, fecha límite para inscribir jugadores en la lista de buena fe para los playoffs de la Copa Sudamericana, donde la U enfrentará a Guaraní de Paraguay.
El retorno de Vargas no solo tiene un fuerte valor simbólico por su historia en el cuadro azul, sino que también se espera que aporte experiencia y jerarquía en un plantel que ya cuenta con atacantes como Lucas Di Yorio, Rodrigo Contreras y Nicolás Guerra.
La posible inclusión del jugador en la Sudamericana es clave para la U, ya que no podrá jugar el Superclásico ante Colo Colo este fin de semana, pero sí podría ser un factor determinante en la fase internacional.
A nivel económico, Vargas habría solicitado un salario cercano a los 40 millones de pesos mensuales, cifra que lo posicionaría entre los mejor remunerados del plantel. La dirigencia de Azul Azul mantiene la voluntad de concretar la operación y espera resolver los detalles en los próximos días para oficializar el regreso de uno de los ídolos del club.