Luego de la gran goleada conseguida ante Cobreloa, todo es felicidad en Universidad de Chile que se afirma en la cima del Campeonato Nacional.
Sin embargo, en el plano extrafutbolístico, una grave denuncia salpicó a Azul Azul, concesionaria que administra los destinos del Romántico Viajero, respecto al caso vigente que rodea al abogado investigado por el Caso Audios, Luis Hermosilla, que como se puede apreciar, traspasó la esfera política, tocando el ámbito del espectáculo y el deportivo.
El caso, investigado por favores políticos a Hermosilla a cambio de pagos irregulares a funcionarios públicos como sobornos y cohechos, expuso ciertos vínculos entre el penalista y Azul Azul que extendió su concesión por 15 años hasta inicios del 2050.
"Azul Azul buscó mecanismos para pagar la deuda de la Corfuch con la Tesorería General de la República para extender automáticamente la concesión del 2037 al 2052. Para esto, se hizo negocios con los imputados del caso Hermosilla: Daniel y Ariel Sauer y Rodrigo Topelberg", expuso la Asociación de Hinchas Azules.
En la mencionada publicación, la Asamblea aseguró que la entidad azul "se acercó a STF Capital, propiedad de los imputados Sauer y Topelberg, para vender sus bonos de deuda, los llamados ‘Bonos Bulla’, y generar dinero fresco. Con este instrumento financiero, la S.A. logró pagar su deuda con el fisco", agregó.
"La maniobra fue fiscalizada por la Comisión para el Mercado Financiero y fue suspendida por falta de liquidez, patrimonio y solvencia". En esa línea, el punto cúlmine de este vínculo sucedió cuando "Los hermanos Sauer y su abogado, Luis Hermosilla, emitieron facturas ideológicamente falsas captando inversionistas y ofreciéndoles alta rentabilidad.
No obstante, "al concretar la venta de estos bonos, desaparecían de sus contactos, consolidando la estafa que acapara la atención mediática".