Chile vive un papelón en Copa Davis: sólo un milagro salvaría al equipo de Nicolás Massú
Tras caer frente a Estados Unidos en la primera jornada, la madrugada de este jueves el representativo nacional perdió sin apelación ante Alemania.
Ya faltan menos de 48 horas para que se dé inicio a una nueva versión del Superclásico del fútbol chileno, que enfrentará a Universidad de Chile y Colo Colo en el Estadio Nacional.
Además del clásico morbo que existe debido a la histórica rivalidad de estos dos equipos, este cruce tiene un ingrediente extra, debido a la llegada de dos grandes refuerzos al Monumental y el CDA.
Se trata de Charles Aránguiz y Marcelo Isla, que llegaron durante este mercado de fichajes como incorporaciones de lujo al "Romántico Viajero" y el "Cacique", respectivamente.
Ellos se suman a dos grandes futbolistas que también dijeron presente en la Generación Dorada: Arturo Vidal, referente de Colo Colo, y Marcelo Díaz, ícono de Universidad de Chile.
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Todos podrían sumar minutos este sábado a las 15:00 horas en el Estadio Nacional, incluso el "Prínicipe" podría hacer su reestreno con la tricota azul, pues entrenó toda la semana a la par de sus compañeros.
Rivales, no enemigos
En conferencia de prensa, "Carepato" se refirió a este duelo entre bicampeones de América: "Pocas veces se da que en alguna parte del mundo y, sobre todo acá que tenemos tan pocos triunfos a nivel internacional, que jugadores importantes comparten la misma cancha".
"Si yo fuera hincha, desde el otro lado, desearía lo mejor. Respetaría, valoraría lo que hicieron esos jugadores, porque marcaron una época muy linda en el fútbol chileno. Invito a todos que disfruten, nosotros intentaremos hacer lo mejor", aseveró.
"Claramente somos todos rivales, tenemos diferente color de camiseta, pero no somos enemigos. Soy amigo de Mauricio, nos estuvimos mensajeando en la semana sin problemas", comentó respecto del "Huaso".
Por último, subrayó: "Si nos encontramos habrá un abrazo y desear lo mejor del mundo porque así son los amigos. (...) El mensaje tiene que ser coherente sobre todo para terceros, no para nosotros mismos. La gente se queda con lo que escucha de otras personas y no con lo que son ellos".
