Fue un partido de esos clásicos de Copa Libertadores. Pocas llegadas, harta pierna fuerte, juego en la zona media y un ambiente que exigía el triunfo.
Colo Colo afrontó el duelo de vuelta ante Godoy Cruz con la ventaja de la ida por la cuenta mínima y fiel al planteamiento de Jorge Almirón, cerró filas rápidamente.
Los argentinos comenzaron a tener más la pelota, pero las llegadas de balón detenido le dieron vida a los albos.
Un palo de Carlos Palacios y otro de Maxi Falcón fueron las llegadas más claras de la noche de Macul para el Cacique.
Godoy aparecía con Juan Cejas a intentar algo en la portería de Brayan Cortés, que lentamente se convirtió en pieza clave.
Para peor, Arturo Vidal se lesionó nuevamente. El volante sintió una molestia en el muslo y tuvo que ser reemplazado en el entretiempo por Guillermo Paiva.
En el segundo tiempo, Tomás Conechny tuvo la más clara de los mendocinos, pero encontró la respuesta de Cortés.
Colo Colo optó a jugar a la contra. Buscando balones para Paiva, que terminó naúfrago en el ataque, aún más después de la salida de Marcos Bolados por lesión y Carlos Palacios.
En una patriada de Óscar Opazo, combinó con Paiva, el guaraní remató al portero, pero en el rebote, nuevamente el "Torta" disparó y su balón dio en el palo.
Godoy también pareció quedarse sin ideas, mientras atrás Falcón con Alan Saldivia defendían todo lo que llevaba a la zona.
Sobre el final, Jeyson Rojas que había ingresado en el segundo tiempo, abandonó la cancha para dar paso a Emiliano Amor, con un Cacique fue metió el bus para defender el triunfo.
Un empate con sabor a triunfo que tiene el sello Almirón. Arropado, sin complicarse la existencia, jugando con la ventaja, el ex técnico de Boca Juniors dio una clase de como jugar un partido de Copa.
Ahora Sportivo Trinidense será el rival a vencer en la fase 3. 6 de marzo en el Defensores del Chaco y una semana después la llave se cierra en el Monumental.