La ANFP y la Delegación Presidencial están bajo la mira luego de que se dio a conocer un informe en el que Carabineros alertaba respecto del déficit de contingente policial para poder resguardar la integridad de los asistentes a la Supercopa entre Colo Colo y Huachipato.
Los datos que barajaba la institución en la antesala del encuentro entre el Cacique y el actual campeón del fútbol chileno señalaron, entre otras cosas, que era indispensable reducir el aforo presente en el Estadio Nacional de 45 mil a 32 mil espectadores, por temas de logística.
En esa línea, también se resaltaron responsabilidades dentro de la Delegación Presidencial, organismo que debía velar por la totalidad de las funciones del coliseo del deporte chileno, situación que contrastó, por ejemplo, con la disponibilidad parcial de las cámaras de seguridad.
Asimismo, según consignó La Tercera, la institución apuntó que no contaba con el contingente policial necesario.
Esto por la distribución de un número importante de efectivos en los incendios forestales de Valparaíso y el funeral del expresidente Sebastián Piñera.
Ahora, el balón está del lado de la ANFP y de su presidente, Pablo Milad, quien ya aseguró que se encuentran definiendo fecha y locación para la reanudación del partido, con críticas de jugadores y distintos personajes en torno a la gestión del evento.